sábado, 14 de enero de 2012

Invasiones de EEUU sobre América Latina. Por Martín Cerri

En 1822 (recién doce años después de iniciado el movimiento revolucionario independentista en México, Caracas y Buenos Aires) el gobierno norteamericano se pronunció por el reconocimiento de nuestra independencia. Hasta entonces, tanto el presidente Madison como el presidente Monroe se habían negado a recibir a nuestros representantes e inclusive habían demostrado una parcialidad muy poco «americanista» en favor de España.

En 1831 la nave de guerra norteamericana «Lexington» llegó bajo bandera francesa a las Islas Malvinas, lo cual le permitió tomar por sorpresa a la guarnición militar y ocupar las islas. Un siglo y medio después, en la Guerra de Malvinas de 1982, EEUU ayudó a Inglaterra en contra nuestra.

En 1845 el congreso norteamericano aprobó la anexión a ese país del territorio de Texas, que quitaron merced a la traición y a la fuerza.

En 1848 EEUU se apoderó de los territorios de Nuevo México y California, con el «tratado de Guadalupe-Hidalgo» que impusieron al pueblo mexicano a la fuerza.

En 1855/60, 1909, 1912 y 1926 EEUU invadió Nica-ragua, asesinó a Benjamín Zeledón y dio la orden para el asesinato de César A. Sandino, dejando como capataz de su dominación a la dinastía Somoza. De esa Nicaragua sometida al «régimen» partieron las tropas mercenarias que invadieron Guatemala (1954) y Cuba (1961).

En 1898 EEUU se metió en la isla de Cuba con el pretexto de ayudar en la lucha de los cubanos contra los colonialistas españoles (que ya estaban prácticamente derrotados) y se negaron a retirarse y se impusieron como nuevos amos, establecieron el poder del «régimen» y se apoderaron de la bahía de Guantánamo, donde aún permanecen hoy. De esa base extranjera instalada en territorio cubano salieron las tropas que en 1965 invadieron República Dominicana.

En 1898 EEUU pactó con España, a espaldas del pueblo y sin la menor autoridad de parte de ninguno de esos dos países extranjeros, la cesión de la isla de Puerto Rico a los estadounidenses, sobre la cual todavía hoy pesa la ocupación colonial.

En 1978, el «Comité de descolonización de la ONU» aprobó una resolución de la asamblea general y definió a Puerto Rico como «colonia», exigiendo la autodeterminación de la isla. En 1983 el «Movimiento de Países No Alineados» reiteró su apoyo a su «inalienable derecho a la auto-determinación y la independencia».

En 1903 EEUU atacó en la región centroamericana de nuestra América, donde fomentó con sus tropas una revolución separatista en el departamento colombiano de Panamá y, a cambio de su reconocimiento político y de su apoyo militar a los insurrectos, exigieron y obtuvieron la concesión de una franja de tierra para construir un canal interoceánico que necesitaban para sus propios intereses imperiales.

En 1915 EEUU invadió Haití, donde una fuerza de marinos, como vulgares ladrones, desembarcó en Puerto Príncipe, se dirigió a las cajas fuertes del «Banco Nacional de Haití» y, a plena luz del día, usando la fuerza, se apoderó del dinero existente en las mismas (500.000 dóls) y se lo llevó a su país, donde fue depositado en las cajas del «City Bank». Los invasores ocuparon Haití hasta 1934 y cuando se fueron dejaron la situación «en orden» según los intereses del «régimen», y el camino libre a la tiranía de la familia Duvallier: Francisco (1957-1971) y su hijo Juan Claudio hasta 1986. La acción la volvieron a repetir en 1995, en el marco de una opera-ción de «lavado de imagen».

En 1916 EEUU invadió República Dominicana, donde el jefe de las tropas extranjeras, «bajo la autoridad y por orden del gobierno de EEUU» se declaró a sí mismo «supremo legislador, supremo juez y supremo ejecutor». Nada quedó en pie. La ocupación duró hasta 1924 y, al irse, dejaron como capataz al tirano Leonidas Trujillo, más conocido como «el chacal del Caribe», que se man-tuvo en el gobierno 31 años. En una oportunidad, ante la matanza de unas 10.000 personas a manos de la tiranía, el entonces presidente norteamericano, Franklin D. Roosevelt, dijo: «Yo sé que es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta». Más tarde, cuando Trujillo se convirtió en un estorbo, la CIA lo mandó matar.

En 1946 EEUU organizó el derrocamiento, lincha-miento y asesinato del presidente de Bolivia, Gualberto Villarroel, con lo cual volvió a poner el poder en manos del «régimen».

En 1954 EEUU organizó en la invasión mercenaria a Guatemala, llevó a cabo el derrocamiento de Jacobo Arbenz y volvió a imponer su dominación imperialista.

En 1954 EEUU pudo armar una confabulación suficientemente poderosa como para lograr el suicidio de Getulio Vargas, Presidente nacionalista de Brasil.

En 1955 EEUU colaboró con Inglaterra en el derroca-miento de Juan Domingo Perón. Los capitalistas estadounidenses se apoderaron de la industria argentina y la desmantelaron, en un proceso de desnacionalización de la economía que llevaron adelante durante 45 años y cuyo punto culminante ejecutó el gobierno títere de Carlos Menem en la década de 1990.

En 1961 EEUU organizó una banda de mercenarios que, armados, pertrechados, financiados y transportados por ese país, invadieron Cuba por Playa Girón.

En 1964 EEUU contribuyó al golpe militar en Brasil. Estimuló el golpe y se mantuvo como retaguardia, por si hubiera habido reacción popular.

En 1965 EEUU invadió nuevamente Dominicana, para aplastar el levantamiento revolucionario popular, que estaba a punto de tomar el poder. Los yanquis usaron una fuerza de 45.000 hombres y, al irse, dejaron como títere al servicio de sus intereses a Joaquín Balaguer, que se mantuvo como jefe de gobierno hasta 1996. Con esa intervención y la de 1916, EEUU torció el destino de República Dominicana durante casi un siglo.

En 1973 EEUU organizó y dirigió el derrocamiento del Presidente chileno Salvador Allende, y dejó instalada en el poder la dictadura del general Augusto Pinochet.

En 1975 EEUU promovió un golpe institucional con-tra el Presidente del Perú, Juan Velasco Alvarado, y volvió a poner la economía en manos del Fondo Monetario Internacional, sumergiendo al país en un caos.

En 1981 EEUU ejecutó el asesinato del general Omar Torrijos. Con su muerte, logró descabezar al Movimiento Nacional en Panamá y retomar el control sobre este país.

En 1982 EEUU ayudó por segunda vez en la historia para que Inglaterra nos arrebatara nuestras Islas Malvinas. La base norteamericana de la isla Ascensión, los satélites yanquis en el espacio, armas, combustibles, misiles, y hasta el servicio diplomático del imperio, todo fue puesto al servicio de la agresión colonialista inglesa.

En 1983 EEUU invadió la pequeña isla de Granada, cuyo gobierno había aceptado recibir la ayuda humanitaria de médicos, maestros e ingenieros de Cuba. Derrocaron al gobierno e impusieron un «gobernador» designado por la reina de los ingleses, Isabel II. La nueva autoridad colonial fue el «caballero real» Pablo Scoon, miembro de la corte de Inglaterra. La asamblea general de la ONU condenó la invasión.

A lo largo de diez años (toda la década de 1980) EEUU atacó Nicaragua mediante una agresión encubierta, que tuvo como objetivo derrotar militarmente a la Revolución Sandinista o, si esto no era posible, impedirle levantar cabeza mediante el desarrollo económico del país. Todos esos años los ex-guardias somocistas fueron financiados y armados por EEUU, que los calificó de «luchadores por la libertad» y los utilizó para invadir el territorio, asesinar campesinos, destruir cosechas, etc.

Durante toda la década de 1980, EEUU agredió El Salvador, financió el permanente suministro de armas al ejército local para contener el avance del revolucionario «Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional» (FMLN). Sostuvieron desde fuera un régimen que, de no haber sido así, no hubiera subsistido.

En 1989 EEUU invadió Panamá y asesinó a miles de civiles y militares panameños.

En 1995 EEUU invadió nuevamente Haití, esta vez para lavar su imagen internacional, ahora como «poten-cia patrocinadora de gobiernos democráticos».

A partir de 1999 pasó a financiar la guerra contra Colombia. EEUU fornece entrenamiento, armamento, y gasta dos mil millones de dólares por año en su asistencia al gobierno. Todo con la disculpa del narco. Si el problema fuera ése bastaría investigar las cuentas bancarias en los grandes bancos norte-americanos o cerrar las fabricas estadounidenses de acetona, principal producto de transformación de la hoja de coca en cocaína.

A partir de la década del 1990 hasta ahora EEUU instaló 21 nuevas instalaciones militares, en forma de bases fijas, temporales o de traslado de tropas. Mirando el mapa se puede ver su presencia desde Paraguay, Argentina, Bolivia, Ecuador, Colombia. Reactivó las bases de Aruba y Curação para cuidar de Venezuela. Intensificó los entrenamientos en la isla portorriqueña de Vieques. Y firmó un acuerdo con el gobierno de Fernando Henrique Cardoso en Brasil para utilizar la base aérea de Alcántara.

¿Cuándo el Gobierno de EEUU pasará a utilizar las armas para imponer el ALCA y el control de la Amazonía, poseída por siete países latinoamericanos, la mayor reserva natural de biodiversidad y minerales, así como un cuarto del agua dulce del planeta?

Véase una información inabarcable sobre el tema en la red: pida a cualquier buscador palabras como «invasiones de Estados Unidos», «USA invasions», etc., así como «Destino Manifiesto», «Manifest destiny», etc.

www.sandinovive.info

1 comentario:

  1. crei que solo los yanquis habian abusado de nosostros mexicanos al robar la mitad de nuestro territorio >:(

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