Por Pedro José Madrigal Reyes
He de decir que soy un enamorado de la música como expresión artística de los pueblos; y se debe a que desde temprana edad fui formado en ese arte por mi viejo; es posible que debido a eso es que no tengo música favorita, escucho desde Folk hasta Música Clásico pasando por Trova, Salsa, Rock, Bosanova, Ópera, etc…
Resulta que recientemente me han invitado a asistir a la ópera que se oferta en el Liceo de Barcelona…, una oportunidad que no podía dejar pasar…, pero estando en la puerta del teatro el revisor se dirige a mí para decirme:
-Usted no puede entrar, no va vestido apropiadamente para la ocasión, es indispensable que venga con traje y corbata para poder asistir… (Yo iba con jeans, camisa, zapatillas deportivas de esas que ahora el capitalismo llama ‘moda urbana’ para venderlas más caras a pesar de que son los mismos zapatos de tela de toda la vida; me pregunto además si aquel sujeto instrumentalizado por el sistema sabrá que la corbata que él me exige para disfrutar de la música nació como una prenda militar).
-Eso es clasismo. (Aún cuando se que aquel sujeto solo sigue las normas establecidas por alguien que está muy por encima de él en el régimen piramidal que administra el teatro, y cuya defensa embarga de orgullo al sujeto que me impide la entrada)
-Son las normas.
-Son normas clasistas…
Al parecer a alguien se le ocurrió que la música se escucha con las ropas que llevas encima… En realidad no, se le ocurrió para hacer de ella un privilegio de monarcas, ‘nobles’ y burgueses etc. –cuando la cultura se niega a los pueblos, o se les pone condiciones para su disfrute, asistimos a otro secuestro, al despojo de otro bien producido por ese pueblo, en esta ocasión expolio cultural-; pero más allá de lo ocurrido está la realidad; esa institución recibe financiación del gobierno autonómico, en cuanto es financiada con el dinero de la clase proletaria -incluida la desclasada clase media que quiere escapar de su realidad aunque le resulte imposible-; sin embargo, sólo se puede asistir a ella con el indumentaria impuesta por la burguesía para no afear su visión, aún cuando la actuación se ve a oscuras… Me imagino que les resulta aterrador identificar a un obrero y que este disfrute de la cultura que ellos han reservado para sí…
Pero esto va más allá, los sujetos que me impidieron el acceso –trabajadores- son un reflejo de la aceptación que sufre la clase obrera de una serie de dogmas desarrollados por y para la protección de los privilegios de la burguesía…, sólo hay que observar la conformidad social con los cambios efectuados en todo el engranaje social que no solo precariza el desempeño laboral, sino que está aniquilando por completo los pocos derechos conseguidos tras siglos de lucha obrera…, siempre con la complicidad de los sindicatos mayoritarios convertidos en un órgano más del sistema…
Pero que se puede esperar de una sociedad –evidentemente que no todos- que asiste compungida ante la muerte del fascista Fraga, ese que fuera uno de los dirigentes máximos del órgano represor franquista, en cuanto responsable directo de miles de muertos y desparecidos. ¿Cuántas órdenes de asesinatos habrá firmado? ¿Cuántos huérfanos habrán dejado esas órdenes? ¿Cuántos héroes -verdaderos héroes- asesinados por su voluntad descansan en fosas comunes y caminos rurales cuya memoria y restos no han podido ser recuperados entre otras cosas gracias al bloqueo institucional ejercido por el fascista muerto y sus pupilos? Fraga era y siempre será un fascista, un sociópata instigador del asesinato…, ese que luego se vistió de ‘demócrata’ para participar en aquella traición llamada transición en donde fungió de redactor de la constitución política del estado español… Vaya barbarie ‘democrática’, un fascista responsable de miles de asesinatos y desapariciones redactando leyes…
El mismo reflejo vomitivo sufrí cuando la sociedad catalana –una de las más represaliada por el nacionalcatolicismo- asistió sin más a los honores de estado dispensados por la Generalidad de Catalunya al también fascista Samaranch, aquel que fuera miembro del COI… Y qué decir de aquel otro, el artista –Salvador Dalí- al que nunca se le recuerda como el fascista que era…, si, ese que llego a afirmar que Franco mataba demasiado poco…
En fin… si esto ocurre en todo el engranaje social… ¿Como no le va a ocurrir a aquel revisor del Liceo que se encarga se cumplan normas que impidan la entrada a los ‘indeseables’?
Así que no nos equivoquemos, la sociedad está tan intoxicada por el sistema que solo podría curarse pegándole fuego al sistema y creando otro a medida de todos…
Mientras llega ese momento me quedo a escuchar los archivos de música on line o descargado de la red, bueno, mientras pueda hacerlo; pues a otros burgueses-imperialistas que están al mando en la “Dictadura Democrática Militar Totalitaria” del otro lado del atlántico se les ha ocurrido ejercer un control totalitario sobre la actividad en internet… Y si prospera su ley SOPA, mis cuentas, avatares, espacios, etc…; tendrán vedada la entrada al internet…; mira por donde, como hoy su administrador en el Liceo…
*Foto/ Plaza Sant Felip Neri, Barcelona; España. Marcas de bala en el paredón de fusilamiento en donde fueron asesinados miles de republicanos.
Comité de Solidaridad Sandinista
Casa Sandino
Sandinoviveinfo
PLOMO
No hay comentarios:
Publicar un comentario