jueves, 8 de marzo de 2012

ALÍ, CHÁVEZ Y EL AMOR. Por Julián Conrado

El Cantor del Pueblo colombiano, Julián Conrado, detenido ilegal e injustamente en la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) en Caracas, nos presenta su primer artículo, lo que será una constante semanal, con sus descarnadas vivencias de cantor insurgente y entrañables reflexiones por la paz, con justicia, equidad social y amor.

Con su columna “Alzado en Canto”, Julián nos presentará una visión, desde la cultura y la sensibilidad humana, de lo que pasa en nuestro convulsionado planeta. He aquí, sus líneas:

Por cosas de la madre naturaleza, la vida no se puede desligar de la muerte. Después de la una, por ley, viene la otra; oponerse a esa realidad es tirarle piedras a la luna.

¡Pero miren esto! Resulta que el revolucionario verdadero, y eso esta requetecomprobado, luego de ir a la muerte regresa a la vida, pero no a la misma vida de la cual partió, sino a una vida en la cual ya nos es posible volver a morir.

Tal es el caso del cantor del pueblo Alí Primera, que a 27 años de su despedida física, se le escucha cantar con más vigor y sus claveles rojos retoñan con mayor alegría.

Es que el panita Alí, al igual que Bolívar, Gaitán, Camilo, el Che, Fabricio y muchas y muchos hijos buenos del pueblo, descubrió el secreto de morir para vivir, y como él no era egoísta para nada, en vez de privatizarlo, lo divulgo con su canto: “Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos ”.

¿Y cómo se identifican los que luchan dispuestos a morir por la vida? Muy fácil: son los que por honestidad no le roban al pueblo ni una aguja, ni una hebra de hilo; son los que siempre colocan los intereses del pueblo por encima de cualquier interés personal; los que en vez de sentarse a vegetar tras un escritorio, trabaja con abnegación y sin afán por el dinero; los que por solidaridad no abandona al compañero que está en dificultades; los que no traicionan la causa; los que ningún nombramiento, cargo, ni rango, los hace vanidosos y mucho menos déspotas; los que por sinceridad no cambian de color ante el jefe, ni ante el partido, ni ante el pueblo, ni ante nadie; los que para ser cada día mejores estudian con ahínco la teoría científica de la revolución y se prepara en todas las formas posibles para la defensa de la Patria; los que por principio practican la crítica y la autocritica sin ningún temor; los que por convicción y disciplina son excelentes subordinados pero jamás sumisos indignos; los que siempre son camaradas amorosos y los que como dijo El Che: “ Los que son capaces de sentir en lo mas hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo” .

Quien se esmera por reunir esas cualidades, nunca muere, porque es como esa buena semilla que se siembra en la conciencia y el corazón del pueblo para germinar y vivir por siempre en permanente estado de floración.

Ahora se me viene a la mente una canción donde dije “Los que por su pueblo mueren, como pueblo eternamente vivirán”. Así fue Alí Primera y por eso vive como pueblo, que no dejará que le vuelvan a pisar su corazón, como pueblo que con rabia o con ternura esta dispuesto a seguir profundizando la Revolución Socialista y Bolivariana, abrazado con su líder, el camarada Comandante Hugo Chávez.

A propósito… Y esto debo decirlo porque se me revienta el corazón: Si supieran quienes se alegran por la enfermedad del Presidente Amigo, que nunca es tan bello el amor, como cuando el odio, festeja…

¡AMANDO VENCEREMOS!



Tribuna Popular


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