lunes, 1 de agosto de 2011

SPANISH REVOLUTION. Tres «indignados» valencianos se integran en la marcha popular a Bruselas

Pretenden presentar en el Parlamento Europeo las reivindicaciones que recojan durante el recorrido

 

P.GARRIGÓS, VALENCIA «A mí me motiva ir a Bruselas igual que ir hacia Madrid. Me siento indignado. Por todos los motivos que estamos sufriendo socialmente, por el Gobierno, y los grandes partidos. Nada ha cambiado; está empeorando para toda la sociedad.» Con esta premisa, Meli, un vecino de Torrefiel (Valencia) partió hacia Bruselas a pie el pasado martes, 27 de julio. No va solo. Pertenece a la columna de indignados valencianos que hace poco más de una semana llegó a Madrid: la «Ruta Este» del 15-M que confluyó en la puerta del Sol con indignados de toda España para mantener vivas las protestas ciudadanas que marcaron las pasadas elecciones.

Ahora, sin tiempo para descansar (apenas 48 horas), un nuevo grupo de caminantes ha salido desde el centro neurálgico del 15-M a la ´capital europea´. El objetivo es llegar a Bruselas el 8 de octubre, justo una semana antes del 15-O, día fijado para la «revolución europea».
Meli, que ya hizo la marcha Valencia-Madrid a pie junto a su mujer y sus nietos, es uno de los tres valencianos incorporados a la «Marcha Popular Indignada a Bruselas». Raúl, de Elx, y Roger, de Alcoi, son los otros dos valencianos de un grupo que, de momento, forman 43 personas.

Tras la exitosa experiencia de las marchas españolas, el objetivo es repetir el proceso y «expandir la metodología del15- M a los países europeos por los que pasará la ruta», apunta Dani, portavoz del colectivo. Además, existe la motivación de ir «conociendo y descubriendo movimientos sociales» europeos por el camino. Y, sobre todo, acumular personas y todas las reivindicaciones que parten de España y las que se planteen por el camino para presentarlas ante el Parlamento Europeo.

Superado el carácter asambleario del movimiento y tras haber logrado una cierta coordinación nacional, el 15-M español se marca ahora el reto de trasladar el modelo al ámbito europeo. El mayor obstáculo, apuntan desde el grupo, viene por el lado logístico: «No nos preocupa dónde dormir. Seguro que la gente que nos conozca se solidarizará con nosotros. Sí tememos, en cambio, la reacción de la Policía y los problemas de seguridad para superar las fronteras», comenta el portavoz.

El 17 de septiembre en París
La marcha, de momento, se encuentra en las inmediaciones de Madrid, concretamente en Pradales, Segovia. El mayor número de indignados se espera en la frontera con Francia y el día 17 de septiembre se producirá uno de los puntos culminantes del camino: la entrada de la columna indignada en París. Y de allí saltará a Bruselas. Tres meses de carretera y asambleas por delante.

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