lunes, 18 de julio de 2011

CUBA, Territorio Libre...Playa Girón y... un 18 de Julio. Por Maité Campillo

CUBA, Territorio Libre...
Memoria Histórica, Playa Girón y... un 18 de Julio
Maitè Campillo | Para Kaos en la Re
Memoria Histórica, Playa Girón y... un 18 de Julio

“¡Tráiganme un par de pelos de la barba de Castro!”
Encargó Somoza a los “chicos” de la CIA, la que creyera entusiasta como niño, en informes de pícaros espías “locales”, de esos que cobran buenas pagas mercenarias para decir no más lo que gusta oír y escuchar a sus propios verdugos para seguir cobrando la paga. Dicho entusiasmo y confianza infantil hizo confundir a los envalentonados la geografía con un mapa militar ajeno a la idiosincrasia del lugar e historia, su gente con todo. Ciega, pues, la CIA de infantilismo y aventura paranoica además de sanguinaria, eligió para su desembarco uno de los lugares que en otros tiempos fuera uno de los más miserables , de la hermosa y sugerente Cuba... A la ceguera con forma de invasión y guerra inyectada de sangre humana, les recibe “un reino de cocodrilos y mosquitos”, (hasta que la revolución llegó y mandó parar...). Gracias a ese “quedate ahí, quietecito, ojo al cinto!”, cuentan muchos lugareños que el espíritu revolucionario de vida y entusiasmo humano recibido tras la autoestima que la revolución les aportó, enarboló cuotas altas transformando los lodazales; crearon sobre ellos escuelitas, centros sanitarios y otros servicios, caminos, relaciones humanas, pueblo. Es por ello lógico!, que su gente, del lugar de “el reino de los cocodrilos y mosquitos” quiero decir, fuera primera linea a enfrentar y encararse con la muerte anunciada por los invasores “que venían a salvar la patria”. Supieron por la prensa patriótica que Kennedy fue el que dio la orden “contra la tiranía roja” y, que Eisenhower puso en marcha la mancha aceitosa del plan de aprobar invasiones, Guatemala, Cuba... Y, que el comemierda Allen Dulles, jefe de la CIA, aseguró en su fanfarronería diarraica perjurando a lo maton, poder acabar con el comandante Fidel Castro Ruz, máximo dirigente de la revolución, como acabó con Arbenz; Pero en esto que, llegaron los guajiritos lugareños y, “¡se acabó la diversión!”.

Cuenta a su vez la historia que, un “padre capuchino”, harto de revolución tomó una misión a sangre fría. Así, pues, esta es la historia de usía y, “La misión” de, un cura falangista y español, aquél 17 de Abril de 1961.

Moderador.- ¿Su nombre, por favor?
Prisionero.- Padre Ismael de Lugo.
Moderador.- ¿A qué unidad pertenecía usted?
Prisionero.- A la jefatura de la brigada.
Moderador.- ¿Se siente usted en condiciones de contestar las preguntas de los periodistas, a pesar de que se encuentra usted herido en un brazo?
Prisionero.- Sí Señor.
Moderador.- Compañero Masseti.

Periodista.- ¿Podría decirnos cómo se enroló en el ejército invasor?
Prisionero.- Pues, el frente revolucionario democrático, para asistir espiritualmente a los muchachos católicos que habían en el campamento, solicitó a un Padre.
Periodista: ¿Cómo fue a unirse a este ejército invasor?
Prisionero.- Por la vía legal, salí de la Habana.
Periodista.-¿Cuándo?
Prisionero.-En el mes de noviembre
Periodista.- En el mes de noviembre, ¿del año?
Prisionero.-1960.
Periodista.- Con autorización de sus superiores?
Prisionero.- De mis Superiores Generales de Roma.
Periodista.- ¿Sus Superiores en Roma le autorizaron a usted a unirse a un ejército invasor?
Prisionero.-Bueno, no me autorizaron a... ¿cómo hizo la pregunta?
Periodista.- Yo le pregunto si sus superiores eclesiásticos en Roma lo autorizaron para unirse a un ejército mercenario invasor.
Prisionero.- Respondo que no de mercenario invasor, sino a prestar los auxilios a unos muchachos que eran católicos.
Periodista.-Ayer estuvo aquí mismo otro sacerdote. Si yo empleo el término de " el ejército mercenario invasor" es porque muchos prisioneros dijeron que recibían una paga. También otro asesor espiritual de esos " muchachos", como usted les llama, invasores, les dio una paga para unirse a ese ejército, y el ejército que pelea por paga es un ejército mercenario. Dejemos eso. ¿Sus superiores lo autorizaron a unirse al ejército mercenario invasor que venía a Cuba?
Prisionero.- Si usted dice " ejército mercenario invasor"... Sí Señor.
Periodista.- Bueno, vamos a obviar el problema: ¿sus superiores lo autorizaron a venir con estos invasores a Cuba?
Prisionero.- Sí.
Periodista.- ¿Quiénes son esos superiores en Roma?
Prisionero.- El Superior General nuestro.
Periodista.- ¿El Superior General de que orden?
Prisionero.- Capuchinos.
Periodista.- El Superior General de los capuchinos autorizó a unos eclesiásticos a venir en un ejército de invasión a Cuba. ¿es exacto?
Prisionero.- Exacto.

Periodista.- ¿Qué actividades realizaba usted en Cuba por la contrarrevolución?
Prisionero.- Ninguna.
Periodista.- ¿Ninguna? y, ¿cómo fue seleccionado para incorporarse, para ser asesor espiritual del Sr. Calviño y de otros Señores que han venido acompañándolo a usted en esta invasión?
Prisionero.-En primer lugar, el Sr. Calviño llegó al campamento en el mes de marzo, y cuando llegué yo allí no había más que ciento veinte muchachos, todos ellos católicos, porque eran casi todos pertenecientes a la agrupación católica universitaria.
Periodista.- Y ¿usted sabe que también los dirigentes de esta invasión, los que han estado en todas las componendas con el jefe y con el gobierno de los Estados Unidos, son, por ejemplo, Tony Varona? ¿conoce a Tony Varona?
Prisionero.- Sí Señor.
Periodista.- ¿Conoce las cartas que intercambiaron Tony y Ventura?
Prisionero.- Las desconozco...
Periodista.- ¿Usted sabe quién es Ventura?
Prisionero.- Sí Señor.
Periodista.- ¿Sabe que Ventura era un terrible torturador, que ha sido uno de los más crueles asesinos que soportó Cuba?
Prisionero.- Sí, lo reconozco.
Periodista.- Y ¿usted saben que Ventura y Tony Varona estaban de acuerdo con esta invasión?
Prisionero.- Lo desconozco.
Periodista.- ¿Lo desconocía?; ¿y si hubiera sabido?
Prisionero.- Me parecería mal, pero yo seguiría prestando mi labor espiritual, que era mi misión, mientras hubiera muchachos católicos que la solicitasen.
Periodista.- (...) ¿Usted es cubano?
Prisionero.- No.

Periodista.- (…) ¿O sea, que usted interviene en esta misión, en esta invasión contra Cuba, en esta agresión contra Cuba, exclusivamente por qué lo llaman, porque lo autorizan sus superiores?
Prisionero. Puramente espiritual, como iría a otro lado.
Periodista.- No, yo no le preguntó si por una cuestión espiritual, le digo que si solamente lo hizo por cumplir una orden de sus superiores eclesiásticos en Roma.
Prisionero.- Una orden que tenemos nosotros la tenemos cumplir, cuando dicen que tenemos que ir a cualquier lugar, como antes me mandaron destinado a...
Periodista.- Perdón, perdón: yo quería que usted me especifique. Yo sé que los sacerdotes tienen que ir donde los manden sus superiores eclesiásticos. Yo quiero saber, exclusivamente, si usted se incorporó por orden de sus superiores eclesiásticos en Roma.
Prisionero.- Al solicitar el frente revolucionario democrático, por contactos aquí en la Habana, de un Padre, dijeron que yo estaba dispuesto, los superiores. Los de aquí no pueden dar esa autorización.
Periodista.- ¿Estaban enterados los superiores capuchinos de aquí de que se estaba tramando una invasión contra Cuba?
Prisionero.- Estaban enterados de que existían ciertos campamentos, como estaba enterado todo el pueblo de Cuba. Ahora, desde aquí no podían dar esa autorización, porque es una autorización en que uno va a una misión que tiene que ser en cierto modo voluntaria, y si no es por una fuerza mayor no podemos nosotros ir, porque hay que solicitar el consenso de la jerarquía eclesiástica nuestra; no de la jerarquía eclesiástica episcopal sino de la jerarquía eclesiástica religiosa. Es decir que, si se podía ir, pues, marché a los campamentos a prestar esa labor espiritual,
Periodista.- O sea, que las autoridades eclesiásticas de aquí, de Cuba, estaban enteradas, y las autoridades eclesiásticas de su orden como en Roma, lo autorizaron a integrar ese ejército invasor. ¿Está claro, verdad?
Prisionero.- Pero en esa invasión, no como invasor.
Periodista.- ¿No como invasor? Y ¿cómo cree que vino usted?
Prisionero.- Prestando un servicio religioso, cómo va el médico a donde lo llaman.
Periodista.- ¿usted cree eso?
Prisionero.- Igual, es igual... Cuando estaba en el ejército rebelde en la sierra solicitaron también, los soldados rebeldes los auxilios de un padre católico, y también hubo padres católicos en la sierra...
Periodista.- ¿usted cree que esos contactos que hicieron acá para pedirle autorización a sus superiores para que lo manden a integrar este ejército invasor no tenían nada que ver con los sabotajes que se hicieron en Cuba, donde murieron decenas de personas?
Prisionero.- Yo desconozco eso.
Periodista.- ¿usted no sabía que había sabotajes donde murieron decenas de personas en Cuba, donde hubo centenares de heridos, y que esos sabotajes estaban organizados por esas mismas células que pidieron a usted sus auxilios espirituales?
Prisionero. Yo lo que quisiera es que usted comprendiera cual es la misión, por lo menos, mía en particular, de sacerdote. Llevaba cinco años en Cuba, antes de ir a los campamentos. Y no hay ni puede existir ningún dato de que en la iglesia donde yo ejercía, que era la iglesia de el Salvador, de Marianao, donde nunca tuve un acto ni revolucionario ni contrarrevolucionario, porque no creo que sea la misión del sacerdote meterse ni en revolución ni en contrarrevolución, sino ejercer su ministerio.

Periodista.- ¿Entonces usted opina que no es misión de los sacerdotes meterse en revolución ni en contrarrevolución? ¿usted está de acuerdo con eso?
Prisionero.- Por lo menos, ese es mi criterio personal.
Periodista.- ¿Ese es su criterio?
Prisionero.- Yo puedo respetar el de otros, pero quiero que respeten el mío.
Periodista.- ¿Y usted cree que ese uniforme es el uniforme de capellán?
Prisionero.- Usted sabe que lo mismo en el ejército inglés, que en el francés, que en el italiano, que en el americano, en el español, los capellanes militares usan el mismo uniforme de la tropa.
Periodista.- ¿Con que insignia?
Prisionero.- Con una cruz de oro puesta aquí, que nosotros no la llevamos porque es un blanco para la aviación. Nosotros sólo llevábamos, en vez de llevar la crucesita esa, para distinguirnos de la tropa y para auxiliar a los heridos, lo único que llevamos era un Santo Cristo, que le damos a besar a los fieles.
Periodista.- Bueno, yo no creo que la devoción ni la religión se mide por el tamaño del crucifijo ¿verdad?
Prisionero.- Bueno, pero es que usted me hace la pregunta que por qué no llevaba en el uniforme ninguna insignia que me señalara como capellán. Y le digo eso, porque lo que lleva casi todo el mundo es una cruz aquí nada más.
Periodista.- ¿Cómo desembarcó en Cuba?
Prisionero.- Por la Playa Girón.
Periodista.- ¿Pero cómo?
Prisionero.- En barco.
Periodista.- ¿Y cómo iba armado?
Prisionero.- Ni llevé armas en el campamento ni las llevé aquí tampoco.
Periodista.- ¿Nunca fue instruido en el manejo de armas?
Prisionero.- No Señor

Periodista.- ¿Quiénes eran los instructores en el campamento?
Prisionero.- Los instructores... Había dos clases de instructores.
Periodista.- ¿Cómo?
Prisionero.- Había dos clases de instructores: unos que eran americanos, ucranianos, y de esos países; y después había los instructores cubanos, que eran los que dirigían directamente la instrucción de la fuerza.
Periodista.- ¿Usted cree que es cristiano atentar contra la vida de un pueblo como fue atentando aquí contra el pueblo cubano? ¿usted cree que es obligación prestar auxilios, no hablemos del auxilio espiritual sino del auxilio que da el sacerdote, como es utilizado en nombre de los sacerdotes para atacar a Cuba? ¿usted cree que es lícito utilizar su estado sacerdotal, no para una misión espiritual, no para atender un herido, no para atender un moribundo, si no para entrar directamente en una conspiración, luego venir en una invasión donde han muerto tantos, donde a través de los sabotajes han muerto tantas personas, han resultado tantos heridos, y luego esa invasión ha provocado tantas y tantas víctimas? ¿usted cree que está reñido con el catolicismo la reforma agraria, la repartición de la tierra? ¿usted cree que está reñido con el catolicismo la igualdad racial?
Prisionero.- Eso estamos todos de acuerdo que no; pero yo le vuelvo a insistir en lo mismo; que mi misión no era ni ideológica ni política, era puramente espiritual y, por lo tanto, yo tenía que estar donde esos muchachos me necesitaban, como sí otros la necesitan... ahí en la Playa Girón yo he enterrado a un miliciano, yo he asistido a dos o tres heridos que estaban en la playa, porque nuestra misión no es de esta raza ni de la otra, si no asistir a todo aquel que necesite una ayuda espiritual y material del sacerdote.
Periodista.- ¿Y usted cree que colaborando como colaboró en la invasión, ya su alma ha quedado limpia al enterrar a un miliciano que usted ayudó a matar?
Prisionero.- Yo no lo ayudé a matar; yo no he matado a nadie, porque no he manejado un arma ni antes ni después (¿...?)
Periodista.- Pero ha colaborado con las gentes que vino a matar.
Prisionero.- He colaborado espiritualmente.
Periodista. Ha colaborado de cualquier manera.
Prisionero.- He colaborado espiritualmente...

[Del otro lado... diálogo en el Senado de los EE UU ]
Senador Capehart — ¿Cuántos aviones teníamos?
Allen Dulles (director de la CIA) — ¿Cuántos tenían los cubanos?
Senador Sparkman — No, los americanos, ¿Cuántos?
Dulles — Bueno, se trata de cubanos.
Sparkman — Los rebeldes.
Dulles — Nosotros no los llamamos rebeldes.
Capehart — Quiero decir: las fuerzas revolucionarias.
Sparkman — Cuando él preguntó cuántos aviones teníamos, se refería a eso, a las fuerzas anti-Castro.
Richard M. Bissell (sub-director de la CIA) — Empezamos, señor, con dieciséis B-26...


-II-
Periodista.- Usted ha estado en una conspiración contra un país, ¿sí o no?
Prisionero.- Si lo toma usted en ese sentido, sí.
Periodista.- No, no, no en ese sentido. Mire, le pregunto, si ha estado en una conspiración contra un país, contra un pueblo.
Prisionero.- Ahora el que yo esté metido en una conspiración no quiere decir que sea conspirador, porque si a mí me mandan en una misión a una cárcel donde no haya nada más que criminales y asesinos, el que esté yo dentro de esa cárcel no quiere decir que yo sea ni un criminal, ni tenga yo las ideas de los criminales.
Periodista.- Ese parangón que usted hace con la cárcel entre criminales y asesinos, quiere decir entonces que todos los que estaban con usted eran criminales y asesinos?
Prisionero.- No, quiero decirle que a veces uno tiene que ir a las cárceles, que a los hospitales, que a los leprosos, que a los pobres, que a los ricos, donde necesite un ser que crea como yo, mis auxilios, yo tengo que prestárselos.
Periodista.- Usted dijo que no era papel de sacerdote meterse en una revolución ni en una contrarrevolución. Era su criterio. Ahora Ud. admite que estuvo en una conspiración.
Prisionero.- Conspiración no; yo estuve auxiliado a unos individuos que eran católicos, que eran conspiradores...
Preriodista.- (…) ¡esa es la misión!
Prisionero.- La misión de auxiliado aquel que necesite nuestros auxilios, no porque nosotros pensemos cómo puede pensar esa gente.
Periodista. ¿Usted no pensaba como los contrarrevolucionarios?
Prisionero.- Yo, en primer lugar, por desgracia no soy cubano; por lo tanto, las cosas de Cuba son cosas que se ventilan entre cubanos. Y al estar yo entre cubanos yo sólo tengo que realizar la misión que a mí me corresponde como sacerdote; un católico, veinte, treinta, quinientos mil, los que me pidan los auxilios. Como el médico que le piden la ayuda para un herido y para un enfermo.

Periodista.- ¿Me podría contestar una pregunta?... ¿si un católico o sea un grupo de católicos está organizando un asesinato y le piden su auxilio espiritual por si al realizar ese asesinato resultan heridos, usted conspira con ellos, prepara ese asesinato, o su deber es acudir para impedir ese asesinato, de evitar ese asesinato?
Prisionero.- El sacerdote como el médico si él puede debe impedir el asesinato y debe evitar el asesinato. Pero cuando esos hombres que han asesinado, el sacerdote y el médico tienen el deber, tanto uno como otro, de aliviar espiritualmente o fisiológicamente a aquél...
Periodista.- ¿Qué hizo usted para evitar que se produjeran esas víctimas?
Prisionero.- ¿Qué hice yo?
Periodista.- Si, ¿qué hizo usted para evitar que se produjeran esas víctimas? ¿qué hizo usted para evitar que haya que darle la extremaunción a tanta gente?
Prisionero.-Yo no podía hacer nada, eran gentes voluntarias.
Periodista.- Gracias, nada más.

Moderador.- ¿Usted ha vivido cinco años en Cuba?
Prisionero.- Sí Señor.
Moderador.- ¿Usted conoce las leyes de Cuba?
Prisionero.- No sé...
Moderador.- ¿El hecho de ser usted religioso le excusa a usted de cumplir las leyes del país en que vive?
Prisionero.- No Señor.
Moderador.- ¿Usted sabía que había una conspiración para un movimiento de invasión contra Cuba cuando salió de este país?
Prisionero.- Eso son...
Moderador.- ¿Lo sabía usted, sí o no? Tenga la bondad de contestar.
Prisionero.- ¿Cuándo?
Moderador.- ¿Cuándo usted solicitó permiso de sus superiores en Roma para unirse a ese movimiento, usted sabía que había el movimiento, que existía?
Prisionero.- Yo sabía que había unos muchachos que querían...
Moderador.- Exacto. ¿eso se llama un delito de qué Padre?
Prisionero.-...
Moderador.- Un delito de conspiración para la rebelión. Todos los ciudadanos tienen la obligación de denunciarlo a las autoridades, ¿lo hizo usted?
Prisionero-. No.
Moderador.- No lo denunció, me basta.
Compañero Franqui.

Periodista.- Primero yo quería preguntarle por su herida. ¿qué tipo de herida es la suya?
Prisionero.- Contestando, y perdonen Sr. Moderador, que dice que si yo no denuncie eso, creo, y perdone el Sr. Moderador que no haya contestado antes, si no lo denuncié fue porque era un secreto a voces, y con mi denuncia no creo que yo fuese ni a resolverse el problema ni tampoco a que ese problema dejará de ocurrir.
Y ahora, ya que es usted tan amable y me pregunta por la herida... Pues estando en la Playa Girón un avión a chorro ametralló la base donde estaba la enfermería y uno de los heridos pues cayó ametrallado por una cincuenta, y cuando me pidió auxilio de que fuese a socorrerle, porque no quería morir sin la extremaunción, al atravesar yo la plazoleta, muy cerca de la piscina de la Playa Girón, me atacó de nuevo un chorro y un "rocket" estalló cerca y un poco de metralla me dio el brazo.
Periodista.- ¿Es una herida grave o leve?
Prisionero.- Menos grave.
Periodista.-Ahora yo quisiera preguntarle lo siguiente: usted dijo que no era cubano...
Prisionero.- No.

[Un sábado 18 de Julio, el gobierno de la República, anuncia públicamente que ha habido una insurrección en diferentes provincias del Estado... A la vez que afirma “tener en mano la situación”... Mientras, la Legión Extranjera y miles de “moros” (mercenario marroquí), desembarcan en Sevilla... Barcelona empieza a batallar en las calles contra el levantamiento fascista. Se declara la huelga general... Comités obreros comienzan a incautar propiedades privadas que colaboran abiertamente con el fascismo culpables de conspiración, sus negocios, fábricas, casas... Empiezan a contarse los desaparecidos que nunca aparecieron. Mérida, Badajoz... miles de miles de muertos]

Periodista.- ¿Es usted español?
Prisionero.- Español.
Periodista.- ¿Participó usted en la guerra de España?
Prisionero.- Sí, tenía entonces yo dieciocho años.
Periodista.- ¿Qué cargo ocupó entonces en el ejército de España?
Prisionero.- Yo venía de alférez provisional.
Periodista.- ¿En el ejército de Franco?
Prisionero.- Si, pero provisional.
Periodista.- ¿Cómo?
Prisionero.- Sin pertenecer al ejército, como pudiéramos decir aquí oficiales de milicias, que no son del ejército regular.
Periodista.- Usted era oficial y pertenecía...
Prisionero.- Quiero decir que esos grados eran unos grados que no son del ejército regular, si no que eran grados que se van dando según iban avanzando las operaciones, con más o menos conocimiento para dirigir...
Periodista.- ¿Porqué le dieron el grado entonces?
Prisionero.- ¡Ah!, Porque yo estaba peleando allí con ellos.
Periodista.- Usted peleaba con el régimen de Franco. ¿usted consideraba, considera que el régimen de Franco es un régimen cristiano?
Prisionero.- Yo no me meto en esas cuestiones tampoco. Usted me pregunta por qué peleaba y yo le digo que de mi familia 27 cayeron asesinados, y usted comprenderá: si le matan 27 seres de una familia hay que pelear.
Periodista.- Posiblemente... Usted dice que han caído 27 asesinados, Pero se sabe muy bien que la culpa de eso la trajeron Franco, el nazismo, el hitlerismo que llevaron la guerra a la República, porque aquél era un pueblo que vivía, que se había dado unas elecciones y, sin embargo, usted se escribió en ese ejército, ¿no era sacerdote todavía?
Prisionero.- No, yo era un muchacho de dieciocho años.
Periodista.- ¿Pero adquirió allí cierta instrucción militar?
Prisionero.- Bueno, instrucción que se adquiere más o menos peleando.
Periodista.- Y entonces ahora vino en esta invasión...

[Piquetes de milicianos toman las calles, esquinas, centros; piden la documentación. El caudillo pide al gobierno la rendición sin condiciones. El gobierno republicano contesta con una declaración de guerra formal. Miles de balcones abiertos, la población está sensible a los noticieros, se oyen radios y comentarios al trasiego por las calles, pasos ligeros, nerviosos... Cada vez más manifestaciones de puños en alto, cada vez más ¡salud!, y vivas a la República como saludo, cada vez más vivas al Frente Popular, FAI, UHP... las consignas contra el fascismo se expanden a todos los rincones exteriores, casas. Las carrocerías de los coches empiezan a exhibir cada vez más pintadas de consignas, de emblemas de partidos, sindicatos a los que saludan los transeúntes puño en alto... los milicianos se agrupan, cantan, cada vez hay más y más población voluntaria dispuesta a embarcarse donde se la pida, hacer guardias... El fascismo provoca la exaltación, la mayoría de iglesias se convierten en depósitos de armas de los conspiradores. Sectores de la población reaccionan y comienzan a responder a la provocación del golpe militar. Quema de símbolos fascistas, iglesias... respetadas las obras de arte en ellas, siempre que los curas entreguen las llaves de la institución religiosa prácticamente 100% a favor del golpe; demoliendo a su vez las figuras (santos) de cartón piedra y expropiando los candelabros de latón de ellas para hacer cartuchos. Se empieza a percibir a francotiradores falangistas en balcones de las casas. Heridos y muertos empiezan a caer en cualquier esquina, niños gritando reventados en sangre. Se reafirma la militancia, el puño en alto, la expresión compañeros, camaradas se hace más sensible en los encuentros, los vivas, cantos revolucionarios, consignas de lucha y defensa, el himno de Riego y la Internacional, a las Barricadas. Se forma el 5º Regimiento]

Periodista.- Yo quería preguntarle lo siguiente: ¿vio usted a los niños y a las mujeres asesinadas por la metralla de los aviones norteamericanos en la ciénaga de Zapata?
Prisionero.- Bueno, yo si le digo la verdad y no miento como sacerdote (¿...?), en la Playa Girón yo no he visto asesinados.
Periodista.- Entonces usted cree que la población civil que estaba allí fue bombardeada...
Prisionero.- Yo lo que digo, la población civil que fue bombardeada, les pueden preguntar ustedes a ver si fueron ametrallados...
Periodista.- Mire, aquí le vamos a mostrar... ¿a estos niños los auxilió espiritualmente algún sacerdote o fueron muertos por los aviones norteamericanos?
Prisionero.- ¿en qué parte?, si mi hace el favor.
Periodista.- En Playa Girón... Ahora yo quiero preguntarle lo siguiente: ya que usted no pudo ver a ninguna mujer, ni a ningún niño, ni a ningún campesino asesinado por las bombas, yo quiero preguntarle lo siguiente: ¿y no pudo ver usted lo que la revolución hizo allí?
Prisionero.- Verdaderamente una cosa maravillosa.
Periodista.- ¿En qué sentido maravilloso?
Prisionero.- Bueno, en aquel sitio donde se ve que es un lugar inhóspito han levantado un pueblo, han hecho algo...
Periodista.- ¿Y lo que hicieron los compañeros espirituales suyos de la invasión usted cree que es una obra maravillosa, o es una obra de muerte?
Prisionero.- Ustedes me ponen siempre en una...
Periodista.- No, yo le hablo del objeto desgraciado... Yo no quisiera tenerlo... Porque no quisiera que hubiera tantos miles...
Prisionero.- Ustedes parece como si me quisieran a mi inculpar en que yo soy el causante de la invasión o de todas esas cosas. Ya digo, yo quiero insistir en que mi misión ha sido puramente espiritual, y no he manejado un arma ni antes ni después (¿...?) Diríjase a la brigada o al pueblo de Playa Girón a ver si el padre cuando iba a visitar a todas aquellas familias, que estaban asustadas o les llevaba alimentos o se preocupaba por ellos le vieron que cargará una pistola, o un rifle, o una carabina o cualquier arma. Esas son cosas que yo soy el primero en lamentar, pero que la misión mía era... Yo odio la guerra (¿...?)

[El 19 de julio, el general Mola, dio las siguientes instrucciones para la represión en Nafarroa: "Es necesario propagar una atmósfera de terror.Tenemos que crear una impresión de dominación [...]. cualquiera que sea abierta o secretamente defensor del Frente Popular debe ser fusilado". En Durango unos 336 muertos y en Gernika (1937) unos 400 muertos, todos por la aviación nazi... destruidos prácticamente ambas poblaciones; acción estudiada, aprovechando el famoso mercado del Lunes, día grande: Se iluminó todo por el fuego abrasando la villa, el día había comenzado feliz, bonito, con la propia agitación y trasiego hacia el mercado... A primeras horas de la tarde las alarmas asolaban la villa de Gernika y pueblo de Durango... las bombas comenzaron a caer con fuerte estruendo... el camino de vuelta a Kortezubi (cuentan los pocos abuelos que aún viven), sólo vimos brazos y piernas mutiladas, colgaban de los árboles del bosque]

Periodista.- Bien, vayamos a esto: ¿dónde se escribió usted?
Prisionero.- En Miami.
Periodista.- ¿Desde ahí fue hasta dónde?
Prisionero.- A Guatemala.
Periodista.- ¿Sabía para que iba?
Prisionero.- Sabía lo que me habían dicho, para prestar auxilios espirituales a los muchachos católicos que había en el campamento.
Periodista.- ¿Y usted no cree que hubiera sido más humano, ser más cristiano, preservar vidas que acabar con la vida? ¿qué usted cree que es más cristiano?
Prisionero.- Desde luego que es más cristiano preservar las vidas.
Periodista.- ¿Qué deber hubiera tenido un sacerdote como usted que hubiera hecho una denuncia diciendo que se preparaba una expedición contra un pueblo donde iban a morir muchas personas?
Prisionero.- Pero es que dije antes que eso estaba allá...
Periodista.- No, pero yo hablo de su responsabilidad, de su responsabilidad espiritual. Pero bueno, apartémonos de eso. Usted habló ahorita de colaboración espiritual, ¿verdad? Le digo, usted hizo una colaboración espiritual a esa invasión, ¿no?
Prisionero.- Yo auxilié espiritualmente a los muchachos que venían en la invasión, que eran católicos...
Periodista.- Esos muchachos eran el Sr. Calviño, el asesino famoso; un montón de miembros de la dictadura de Batista que habían asesinado a este pueblo; un montón de millonarios que allí tenían llenos de hambre a los campesinos de la ciénaga de Zapata; un montón de políticos que habían hundido a este país durante tiempo. Es decir, usted les prestó todo el auxilio espiritual a toda esa gente, y no le prestó auxilio espiritual al pueblo cubano...
Prisionero.- Bueno, yo le dije a usted, antes lo preste hace cinco años.
Periodista.- La última pregunta que yo le voy a hacer: ¿usted cree que estuvo bien o mal lo muertos de Playa Girón?
Prisionero.- ¿qué muertos?
Periodista.- ¡Ah! ¿no hubo muertos ahí? Todos, civiles y militares.
Prisionero.- ¿en la Playa Girón?
Periodista.- Sí.
Prisionero.- Que yo sepa, no vi más que un muerto.
Periodista.- ¿Un solo muerto?
Pues está muy mal informado, porque allí han habido, solamente compañeros nuestros...
Prisionero.-En la Playa Girón...
Periodista.- En la playa y en Playa Larga y en todo eso.
Prisionero.- No digo en Playa Larga y lo que hay allí en todo eso, yo digo y lo que es en dónde está ese pueblo turístico de la Playa Girón. Allí yo sólo vi un muchacho muerto.
Periodista.- Sí, pero aparte de Playa Girón está Playa Larga y estaban otros puntos de la ciénaga de Zapata, donde se hizo toda esta operación.
Prisionero.- Yo digo lo que vi.
Periodista.- Bueno, ese muerto que usted vio. ¿estaba bien o estaba mal?
Prisionero.- Ese muerto cayó en la operación del desembarco.
Periodista.- ¿pero estaba bien o estaba mal?
Prisionero.- Lo lamento profundamente; yo hubiera querido que no hubiera muerto.

[El golpe de estado con su guerra declarada a la República -legal, sufragista- la costó unos 500.000 muertos y otros 500.000 “desaparecidos” , cifras aproximadas... Un aeroplano vuela bajo sobre Madrid de Sur a Norte regando de bombas el trayecto dejando un rastro inmenso de sangre, la mayor parte de bombas fueron dirigidas a plazas públicas donde jugaban niños; un Junkers vuela más bajito todavía, sobre una escuela de Getafe, decenas de niños muertos; otra bomba es lanzada sobre una inmensa cola de mujeres que esperaban la distribución diaria de leche (clínica “Gota de Leche”), muchas de ellas portaban los hijos, otras además estaban embrazas; vientres reventados, gritos, muerte]

Periodista.- ¿Usted cree en Dios, verdad?
Prisionero.- (Gesto afirmativo).
Periodista.- ¿Cree en el juicio final, no?
Prisionero.- Creó en el juicio final.
Periodista.- Qué cree usted que pasaría cuando usted tuviera que responder de su colaboración espiritual con esos crímenes?
Prisionero.- Yo creo que tengo la conciencia muy tranquila.

[Queipo de Llano (destacó su terror sobre Andalucía y se jactó por ello en radio de las hazañas sangrientas cometidas. Masacre en la carretera Málaga-Almería en Febrero de 1937, las tropas franquistas causaron muerte a varios miles de paisanos que intentaban alejarse de la ciudad que junto con Córdoba, donde dejó carreteras sembradas de muerte y Granada fueron terriblemente castigadas): “Estamos decididos a aplicar la ley con firmeza inexorable ¡Morón, Utrera, Puente Genil, Castro del Río, id preparando sepulturas!. Yo os autorizo a matar como a un perro a cualquiera que se atreva a ejercer coacción ante vosotros; que si lo hiciereis así, quedaréis exentos de toda responsabilidad”. En la provincia castellana Vallisoletana, sólo la "patrulla del amanecer" falangistas y de las JONS, fusilaba a unas cuarenta personas cada día. Allí, como en otras ciudades de la zona sublevada, los presos eran sacados por la noche en camiones para ser fusilados en las afueras de la ciudad sin siquiera el simulacro de un juicio. El general Mola enviaría un comunicado urgente pidiendo que estas ejecuciones se hiciese en lugares más discretos... En Zaragoza asesinaron a más de 6.000 personas, la mayoría en los primeros meses del golpe de estado. Totalmente imposible olvidar la gran matanza de “La toma de Badajoz” por las tropas mercenarias marroquíes al mando del criminal general Yagüe].

Moderador.- Compañero Carlos Rafael...
Periodista.- ¿Se siente usted mal? ¿no quiere seguir declarando?
Prisionero.-No, no, puedo seguir. Es que me está doliendo un poquito la herida.
Periodista.- Mi pregunta va ser muy breve. Usted conoció los horrores de una guerra civil. Esos horrores los conoce usted en la juventud; ya usted no es un hombre joven, es ahora un sacerdote. ¿no creyó usted que su supremo deber espiritual era evitar otra guerra civil?
Prisionero.- Yo creo que no tenía fuerza de moral, y física mucho menos, para evitar la guerra civil, porque era un problema que existía entre cubanos.
Periodista.- ¿Usted hizo algo por evitarlo?
Prisionero.- Yo hice todo lo que pude por evitarlo.
Periodista.- ¿Usted habló a los muchachos para que no vinieran?
Prisionero.- Yo les aconsejé a los muchachos que no vinieran. A los asesores americanos, una de las cosas que yo les decía era que estaban completamente engañados en el asunto de que el doctor Fidel Castro no tenía pueblo.
Periodista.- Entonces, ¿usted condena la agresión a Cuba?
Prisionero.- Yo condeno la guerra.
Periodista.- ¿Condena la agresión a Cuba?
Prisionero.- Y la agresión directa.
Periodista.- ¿Esta agresión usted la condena?
Prisionero.- Yo la condeno.
Periodista.- ¿La condena?
Prisionero.- Como condeno cualquier agresión armada.

[Asesinatos y bendición del 99% de la iglesia a favor del golpe fascista prestando con entusiasmo sus servicios ideológicos, políticos, materiales y señalando con el dedo o realizando directamente el asesinato masivo. Más de un “padre” tiene a sus espaldas cientos de milicianos y paisanos del pueblo asesinados como “misión divina”. Maestros de la denuncia, señores en señalar con el dedo, activistas de primera entre los asaltantes contra el pueblo; siempre en las columnas destacadas por sangrientas; más de “un” asesinato dentro de la “casa de dios” de milicianos o gente asustada... El “padre Galán” (otro ejemplo sólo otro ejemplo entre mil): “Esta pistola ha librado al mundo de más de un centenar de revolucionarios (…).Todavía no hemos tenido tiempo de legislar cómo y de qué manera será exterminado el marxismo en España; por eso, todos los procedimientos de exterminio de estas ratas son buenos. Y Dios, en su inmenso poder y sabiduría, los aplaudirá”].

Periodista.- Pero esta agresión, ¿la condena?
Prisionero.- La condeno también.
Periodista.- ¿Usted cree que nuestro pueblo hizo bien en defenderse de esta agresión?
Prisionero.- Hizo lo que creo que debe hacer todo pueblo: defenderse; como tiene que hacer todo hombre: defenderse de quien lo ataca.
Periodista.- Más nada.

Moderador.- Puede retirarse el prisionero.

NOTA
Declaración ante la televisión cubana del señorito falangista cura y español Fermin Asla Polo, quien participo como mercenario en la invasión a Cuba por Bahía de Cochinos (1961), encubriendo su verdadero nombre con el de Ismael de Lugo. En sus declaraciones, se pone de manifiesto la actividad contrarrevolucionaria del “clero oficial y falangista” junto a los planes “criminales del imperialismo yanqui”, para agredir a dirigentes y revolucionarios del pueblo de Cuba. Comparecencia efectuada ante un panel de periodistas, el 25 de Abril de 1961, pocos dias después de liquidada la invasión, y reproducida mediante cinta magnetofónica en el juicio, siendo ratificada por el citado falangista,“cura mercenario”, en todas sus partes.

PD.
Para acabar con la “insolencia comunista”, la CIA lanza una invasión desde Estados Unidos, Guatemala y Nicaragua. Somoza II despide en el muelle a los expedicionarios. “El Ejército Cubano de Liberación”, que la CIA ha fabricado y puesto en funcionamiento, está formado por militares y policías de la dictadura de Batista y por los desalojados herederos de las plantaciones de azúcar, los bancos, los diarios, los garitos, los burdeles y los partidos políticos.
En la invasión a Cuba por Bahia de Cochinos, los mercenarios pierden 114 muertos y 1197 prisioneros, al pueblo cubano le costó 176 muertos y 300 heridos.
Aviones estadounidenses irrumpen el azul celeste tropical del cielo de Cuba camuflados. Llevan pintada la estrella de la Fuerza Aérea Cubana. Los aviones ametrallan, volando bajo, al pueblo que los saluda y descargan bombas sobre las ciudades. En tres días acaba Cuba con los invasores. El presidente Kennedy asume la responsabilidad del fiasco de la CIA.

EEUU continuó y continua agrediendo Cuba y su revolución como agrede a todos los pueblos y culturas del mundo. Ya saben, si no quieren terminar con las colas de paro humillantes y focos de miseria descomponiendo el continente Europeo; que si los pueblos se “duermen” nunca conquistaremos la gloria. Sólo nos queda la esperanza de que el pueblo cubano siga orgulloso de querer seguir siendo, con independencia y ese patriotismo cultural e histórico que los caracteriza, siempre en 26! : “...Fueron ciertamente las organizaciones de masas. Claro que las masas tienen sus líderes políticos, y las masas tienen su partido; no andamos con hipocresía de ninguna clase, pues, igual que aquí estamos, estamos en todo; no andamos haciendo ficciones, ¡no andamos haciendo ficciones!. Estamos unidos, y tenemos un Partido, tenemos una dirección; pero, claro, el Partido no puede organizar la marcha, no puede. Solo a través de las organizaciones de masas se puede organizar la marcha, sólo a través de las organizaciones de masas se puede organizar este acto, y sólo a través del milagro de una revolución se puede crear el entusiasmo de un acto como este. Esas son realidades” Fidel.

Maité Campillo (actriz)

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