Por Angélica Paredes López
Cuando el 8 de diciembre del pasado año, en un apartamento en Caracas, veía las imágenes de Venezolana de Televisión, que trasmitía la comparecencia del Presidente Hugo Chávez, desde el Palacio de Miraflores, no podía imaginar que estaba ofreciendo su último discurso.
Quedamos atónitos cuando en su extensa alocución, en la noche de ese sábado, el Comandante decía con total serenidad: ….”si algo ocurriera, repito, que me inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir, como manda la Constitución, el período; sino que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que —en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales — ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón”.
Esas palabras fueron paralizantes. Chávez informó la decisión de viajar a Cuba para continuar su lucha contra la enfermedad que le arrebató la vida.
“Patria, patria, patria querida, tuyo es mi cielo, tuyo es mi sol, patria, tuya es mi vida, tuya es mi alma, tuyo es mi amor. Tuya Patria, la Patria ¡hoy tenemos Patria! Y pase lo que pase en cualquier circunstancia seguiremos teniendo Patria”, cantó el líder bolivariano luego de pedir a su pueblo que no se angustiara, que se uniera en este momento crucial para la Revolución.
Fue una alocución estremecedora. Y desde ese minuto, millones de venezolanos emprendieron la ruta trazada por el Comandante Presidente.
Ahora, la opinión pública conoce que el gobierno de Venezuela declaró oficialmente el 8 de diciembre como el Día de la Lealtad y el Amor al Comandante Supremo Hugo Chávez, según la Gaceta Oficial que circula desde este cinco de noviembre en territorio venezolano.
Según el Decreto 541, cada 8 de diciembre se realizarán actos y eventos conmemorativos en toda Venezuela que exalten el pensamiento bolivariano de Hugo Chávez, su amor al pueblo, y la defensa permanente de su legado y su ejemplo infinito.
Según vaticinó el Jefe de Estado Nicolás Maduro, ese día será “de lealtad movilizada, de amor en acción del pueblo que jamás le fallará a Chávez”.
Jamás olvidaré su último discurso. La alocución devino mandato para el pueblo, que debía unirse y crecerse ante las peores circunstancias.
Los venezolanos, los latinoamericanos, los seguidores de Hugo Chávez guardamos para siempre sus palabras: “Hoy tenemos patria, que nadie se equivoque; hoy tenemos pueblo, que nadie se equivoque; hoy tenemos la patria más viva que nunca, ardiendo en llama sagrada, en fuego sagrado”.
Radio Rebelde
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