domingo, 5 de mayo de 2013

La falsa vacunación de la CIA en Pakistán pone en peligro la humanidad

Un daño colateral del operativo realizado por la CIA en la ciudad paquistaní de Abbottabad para neutralizar Osama bin Laden en 2011 podría afectar a toda la humanidad, según un artículo publicado en la revista 'Scientific American', y advierten sobre el riesgo de una nueva propagación de enfermedades contagiosas casi vencidas después de décadas de vacunaciones entre los niños. Todo por la falsa vacunación realizada por la CIA para localizar el paradero de su ex socio y de George Bush en la estrategia terrorista de EEUU.

Un daño colateral del operativo realizado por la CIA en la ciudad paquistaní de Abbottabad para neutralizar Osama bin Laden en 2011 podría afectar a toda la humanidad, según un artículo publicado en la revista 'Scientific American', y advierten sobre el riesgo de una nueva propagación de enfermedades contagiosas casi vencidas después de décadas de vacunaciones entre los niños. Todo por la falsa vacunación realizada por la CIA para localizar el paradero de su ex socio y de George Bush en la estrategia terrorista de EEUU.
El servicio especial estadounidense autorizó una campaña de vacunación falsa en diferentes regiones de Pakistán para obtener el ADN de alguno de los hijos del 'terrorista número uno' y así detectar dónde se escondía. Las autoridades paquistaníes condenaron el uso malintencionado de los servicios sanitarios por parte de la agencia estadounidense. Un médico que ayudó a la CIA a encontrar pistas sobre Bin Laden fue condenado a 33 años de prisión, tras ser declarado culpable de traición a la Patria.
La desaprobación popular de estas prácticas fue aún mayor. Con el tiempo, el recelo ante los supuestos agentes con bata blanca sólo ha ido creciendo y ha llevado a varios actos de agresión contra los médicos (verdaderos), tanto en Pakistán como en otros países islámicos con decenas de muertos inocentes.
En diciembre pasado nueve trabajadores de una campaña de vacunación fueron linchados en territorio paquistaní: hecho que precipitó la decisión de la ONU de retirar a todos sus médicos de la región. Dos meses más tarde unos grupos armados asesinaron a diez participantes de la vacunación contra la poliomielitis en Nigeria: otro triste episodio que puede evidenciar la propagación de la violencia contra los médicos.
Estos ataques coincidieron con la etapa decisoria en la lucha contra la poliomielitis, reseña el editorial de 'Scientific American'. El número de los casos nuevos de la enfermedad se redujo de 350.000 a 650 entre 1988 y 2011. Sólo en tres países-Afganistán, Pakistán y Nigeria-la infección continúa difundiéndose por medio de contagio entre personas. Y el cierre de la campaña puede llevar al resurgimiento de la enfermedad, casi vencida partes el planeta.
Actualmente diversos organismos internacionales están reduciendo o cancelando los programas de vacunación para las amenazas a la integridad física que corren los médicos y sanitarios. Así, los efectos colaterales de un solo operativo estadounidense han afectado de una manera directa y fatal a decenas de personas e indirectamente a miles de millones de víctimas potenciales de las epidemias en todo el mundo.
"Debe haber una línea roja entre los esfuerzos humanitarios y la maquinación de la guerra, por muy inconformista que sea", sugiere la revista. "El precio del contrario para los esfuerzos humanitarios del futuro, la estabilidad global y la seguridad nacional de EE.UU. es demasiado grande: incluso en comparación con la liquidación de uno de los más aterradores enemigos de EEUU y si no hay otra opción ".
Unicef ​​y la OMS suspenden la campaña de vacunación contra la poliomielitis en Pakistán
La Unicef ​​y la Organización Mundial de la Salud suspendieron en diciembre 2012 sus actividades vinculadas a la vacunación contra la poliomielitis en todo Pakistán. Las dos agencias que supervisan la campaña de vacunación ya habían suspendido sus actividades en dos provincias, pero decidieron ampliar la medida a todo el país después de que se produjera una nueva muerte de otro miembro de los equipos sanitarios, esta vez en Peshawar, capital de la provincia de Khyber Pakhtunkwa (KPK).
Con el nuevo asesinato son siete ya el número de trabajadores de la campaña de vacunación contra la poliomielitis asesinados en Pakistán sólo en las últimas 48 horas (19 de diciembre 2012) en el que se sospecha que es una ola de crímenes coordinada por la insurgencia taliban. Lunes murió un vacunador, y luego, cinco mujeres enfermeras. Todos los ataques han sido perpetrados por hombres enmascarados que dispararon desde motocicletas para luego huir.

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