¡No nos quedemos en resistencias es hora de construir la vanguardia de un movimiento social definido!
Anibal Garzón |
El sábado 15 las calles de diferentes ciudades del estado español se han llenado de manifestantes con el lema “Democracia Real YA”. Incluso las movilizaciones han ido más allá de un evento diario y efímero, como una simple manifestación y todos para casa, formando campamentos en ubicaciones centrales como la Plaza Del Sol de Madrid buscando durar hasta la jornada de las elecciones municipales –y en algunas regiones acompañadas de las elecciones autonómicas – del próximo domingo 22 de mayo. Aún así la represión policial desalojó con una veintena de detenidos a los manifestantes acampados en resistencia pacífica. La convocatoria “anónima” efectuada mediante instrumentos virtuales como facebook o Twitter ha sido todo un éxito para la protesta pero un dolor de cabeza para las autoridades. Mientras la cosmovisión franquista continúa en el estado español represivo, las movilizaciones han cambiado su estructura de ser. En los años 70 en la dictadura franquista los movimientos de protesta eran liderados por la vanguardia política del Partido Comunista Español y el sindicato Comisiones Obreras, pero en el siglo XXI tras la decadencia de esa fuerza por su complicidad con la “Transición Española” y su tesis eurocomunista de alianza de clases – burocratizándose esas dos formaciones al entrar en la teoría de juegos del capitalismo – estructuras horizontales de movimientos sociales encabezan las luchas sociales. Hay una diferencia grande entre los dos modelos de vanguardias, un partido comunista si es vanguardia revolucionaria lidera el proyecto político de las masas, mientras si las masas sin vanguardia lideran la lucha no hay construcción política. Podemos entender la estructura débil de “Democracia Ya” como un movimiento de repulsa, pero como todos los movimientos sociales sino existe un cambio dialéctico cualitativo con un programa de principios de cambio es fácil que a corto plazo el movimiento se diluya. Aún así, si el movimiento tiene un cambio de parecer y estructura su razón de ser más allá de una repulsa y con una construcción política la protesta puede calar con duración en la sociedad española.
Todo y ser de variopintas realidades, podemos analizar metodológicamente como en Bolivia se iniciaron las luchas sociales y se llegó a alcanzar el poder en diciembre de 2005 con la victoria electoral de Evo Morales, pasos temporales que si los comparamos con la realidad del estado español queda mucho por hacer.
Según uno de los ideólogos del llamado Proceso de Cambio en Bolivia y Vicepresidente del estado desde el triunfo electoral, Álvaro García Linera, la construcción y desarrollo político de los movimientos sociales en Bolivia tuvo 2 fases[1]:
- La primera la llama “el momento de develamiento de la crisis de estado”. Es cuando el sistema político y simbólico pierde legitimidad en una parte de la población civil que empieza a obtener fuerza de protesta conjunta. En Bolivia sucedió en la Guerra del Agua y es representada en la película española “También la Lluvia”. Un movimiento de protesta nació en la ciudad de Cochabamba contra la privatización del agua que se dio en el 2000 tras el contrato entre el presidente Hugo Banzer – antiguo dictador entre 1972-1978 – y la multinacional Bechtel. Las protestas masivas, tomas de carreteras, huelgas,… tuvieron la repuesta de las fuerzas represivas del estado deteniendo a 300 personas, hiriendo a decenas de personas y asesinando a 5 manifestantes. Finalmente se consiguió la retirada de la ley 2029 sobre la privatización del agua. El movimiento de protesta fundó una primera organización, todo y ser muy debilitada estructuralmente, la Coordinadora del Agua. Mientras luchaban los campesinos, indígenas, vecinos,… no existía ninguna vanguardia política o sindical como la Central Obrera de Bolivia (COB) que encabezase o dirigiese este movimiento.
- La segunda fase es titulada por Linera como “empate catastrófico”. Se refiere a la expansión del movimiento de protesta organizado a nivel estatal, pero no solamente ese es el punto trascendental, sino pasar de la protesta a la construcción. Es decir, una organización de masas, no partido de cuadros, que presenta una propuesta de alcanzar el poder con un programa propio y pone en jaque al sistema político. No dejar las protestas pero también saber que proponer. En Bolivia las protestas políticas lideradas por el MAS (Movimiento al Socialismo) en el municipio de El Alto para no vender Gas a Chile a precio bajo para exportarlo a los Estados Unidos, fue el punto clave de consolidación del MAS. El gobierno de Sánchez Losada reprimió duramente las protestas asesinando más de 70 manifestantes y centenares de heridos y detenidos. Finalmente Sánchez Losada salió del país para exiliarse en los Estados Unidos y cogió el cargo temporal el Vicepresidente Carlos Mesa. Tras conseguir la retirada de la venta de gas a Chile, el movimiento pasó a su nivel de construcción y propuso a Mesa la llamada Agenda de Octubre con 3 puntos; la nacionalización de los hidrocarburos, convocatoria de una Asamblea Constituyente, y el juicio a Sánchez Losada y sus colaboradores. Finalmente el MAS, recordemos movimiento social estructurado con programa no partido político de cuadros, ganó las elecciones en diciembre de 2005, llevando a cabo sus propuestas con el liderazgo de Evo Morales.
A diferencia de la primera fase, ya no solamente no era protestar para no privatizar y dejar todo tal y como está, sino protestar para echar atrás una medida pero proponer ciertos cambios de futuro en la estructura del estado; nacionalización y Constitución.
Movimiento social estructurado
La gran diferencia entre la realidad boliviana y española, es que en Bolivia mientras se aceleraban los movimientos sociales de resistencia nació paralelamente una organización política de bases, el Movimiento al Socialismo, en 1997, que aglutinaba a un sujeto social mayoritario, el campesinado indígena.El MAS en las elecciones generales de 1997 obtuvo un 3% de votos con las siglas de Izquierda Unida, y en las elecciones de 2005, el 53,74%. Las protestas sociales eran paralelas a la construcción electoral revolucionaria.
En España ha nacido un movimiento de rebeldía pacífica y de protesta pero no hay paralelamente una fuerza política, hasta hoy en día, que pueda integrar y liderar ese movimiento con unos principios bases para usar la lucha electoral contra el sistema actual de partidos.Además no está definido el sujeto político de la lucha, hay jóvenes de clase media, obreros, desempleados, funcionarios,… una variedad de actores que a la hora de la protesta puntual puede unirse pero a la hora de la construcción política saldrían las contradicciones internas y desuniones, donde unos buscan un capitalismo renovado, otros un sistema socialista, otros el modelo keynesiano de los años 70, u otros las resistencias anarquistas,…
Como decía Lenin no podemos ir ni más adelante ni mas atrás de las masas, hace falta analizar el contexto político de protesta que se esta creando en el estado español e ir defiendo el proyecto de construcción sino queremos dejar este evento social y político como una anécdota histórica breve que se disolvió. ¡No nos quedemos en resistencias es hora de construir la vanguardia de un movimiento social definido!
[1]VV.AA El estado: Campo de Lucha. Editoral CLACSO
No hay comentarios:
Publicar un comentario