miércoles, 2 de febrero de 2011

CUBA Una revolución en salud

http://www.rlp.com.ni/noticias/general/92651/revolucion-en-salud

¿Cuántos miles de vidas, y de secuelas, han ahorrado en estos últimos 50 años los masivos programas de inmunización que alcanzan hoy 11 vacunas que protegen contra 13 enfermedades, los cuales, junto a otras acciones preventivas, logran mantener a nuestro país actualmente libre de 15 afecciones trasmisibles?

"¡Decenas de miles!", fue la respuesta colegiada que recibió Granma a la pregunta formulada ayer a los especialistas Marlén Valcárcel y Miguel Ángel Galindo, de Higiene, Epidemiología y Microbiología, presididos por el viceministro doctor Luis Estruch Rancaño, responsables en el Ministerio de Salud Pública del diseño, control y desarrollo de los programas de vacunación, emprendidos por la Revolución en el lejano 26 de febrero de 1962.

Ese día, con la participación popular, se inició la primera Campaña de Vacunación Antipoliomielítica que abarcó a 2 216 022 menores de 15 años, equivalente al 30% de la población total del país en ese entonces.

A su éxito contribuyeron alrededor de 70 000 cederistas, más de 1 000 miembros de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y varios miles de federadas.

Los resultados no se hicieron esperar: tres meses después de finalizada la campaña, en mayo de 1962, fue reportado en Cuba el último caso de poliomielitis.

En ese propio año se inició un esquema de vacunación contra otras cinco enfermedades: difteria, tétanos, tosferina y fiebre tifoidea, y las formas graves de la tuberculosis.

La magnitud y trascendencia de las enfermedades prevenibles por vacunas era de tal envergadura al triunfo de la Revolución el primero de enero de 1959, que en 1962, en el discurso inaugural del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón", en La Habana, Fidel planteó:

"¿Cómo arremete la Revolución contra las enfermedades? Previniendo por medio de la vacunación esos tipos de enfermedades prevenibles por vacunas. Y así iremos combatiendo enfermedad por enfermedad, así iremos disminuyendo el número de epidemias, el número de víctimas. Así se irá cumpliendo el gran propósito de ir pasando de la medicina terapéutica a la preventiva. Es decir, evitando que se enfermen los ciudadanos."

En una apretada síntesis puede apreciarse el colosal esfuerzo de una sociedad que ha luchado y lucha por una verdadera justicia social entre sus ciudadanos.

A comienzos de la década de los 70 del pasado siglo el sarampión entró a formar parte del programa de inmunización; en el 82, la rubeola; en el 86, la triple viral, que comprende sarampión, rubeola y parotiditis (paperas); en el 88, la meningitis meningocóccica grupos B y C; en la década del 90, la antihepatitis B; y la inmunización contra el Haemophilus influenzae tipo b (agresiva bacteria causante de muertes y secuelas como retardo mental y sordera en los primeros años de vida), fue incluida en el 2000 dentro del esquema de inmunización.

El MINSAP dispone también para grupos de riesgo las vacunas antileptospirosis; antigripal; la antirrábica, tanto canina como humana; y la antiamarílica, que se administra a los internacionalistas que viajan a zonas endémicas de fiebre amarilla.

En la actualidad nueve de las 15 vacunas que se administran se producen en centros científicos cubanos, y las restantes se adquieren a firmas farmacéuticas en el exterior.

Nuestro Estado eroga anualmente por concepto de la producción, importación y adquisición de insumos para la ejecución de los programas de inmunización, con una disponibilidad en todo el país de unos 700 Vacunatorios, alrededor de 50 millones en moneda libremente convertible.

Vea el documental "Salud!" sobre el trabajo de los médicos internacionalistas cubanos en el mundo.

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