Por Jim P. Tucker
Desde Grecia
Todas las luminarias de Bilderberg aparecieron de cara sombría, cuando salieron de sus limosinas hacia los campos del Nafsika Astir Palace Hotel en Vouliagmeni, Grecia. Llegaron desde el aeropuerto en las cercanías de Atenas, escoltados por la policía con las sirenas sonando. La economía mundial se encuentra en el primer punto de la agenda de Bilderberg. Bilderberg discute la manera de explotar la recesión mundial y las mentiras sobre la "gripe porcina" para avanzar en sus objetivos de tener un gobierno mundial. El programa Bilderberg se ha ampliado, a pesar de que ha aumentado la conciencia pública.
Fuentes dentro de Bilderberg, dicen que el Presidente Obama se encargrá de hacer otro esfuerzo por lograr que los Estados Unidos firmen el tratado de la Corte Penal Internacional. El Tratado de la CPI, si es ratificado por el Senado, sería superior a la Constitución, capaz de anular las desiciones del Congreso, la Corte Suprema, y de imponer una especie de"Ley Mundial" en América.
Los dirigentes de Bilderberg dijeron que el esfuerzo tendría que ser manejado con "sutil delicadeza" frente a la tradicional hostilidad del Senado de incorporarse a la CPI.
El ex presidente Bill Clinton, que asistió a Bilderberg como un desconocido gobernador de Arkansas en 1991 y fue elegido presidente en 1992, dio el sí tratado de la CPI, a pesar de la votación que mostró que más de 90 senadores se oponían al mismo, incluidos los que propugnan un gobierno mundial fueron aterrorizados por los votantes patriotas que estaban conscientes de los peligros por el Spotlight, la inspiración del American Free Press. Clinton no se atrevió finalmente a presentar la Corte Penal Internacional para su ratificación, y se vio obligado a esperar un cambio de viento en la política.
Pero Bilderberg controla a Obama, que se ve a sí mismo como un "ciudadano del mundo." Será el encargado de convencer a los seguidores que tienen miedo a ratificar el tratado. Él será la esperanza para tener un senado más "progresista" después de las elecciones de 2010. Su objetivo, dictado por el Bilderberg, es persuadir a los nuevos senadores (que ocuparán un asiento en enero de 2010), a ratificar el tratado de la CPI en un sábado por la noche, demasiado tarde para que sea informado el domingo o para hacer cambios en los programas del domingo.
Usted tampoco lo va a leer en los medios controlados por Bilderberg como el Washington Post, New York Times, Los Angeles Times, o escucharlo en las principales emisoras.
Fuentes dentro de Bilderberg, dicen que el Presidente Obama se encargrá de hacer otro esfuerzo por lograr que los Estados Unidos firmen el tratado de la Corte Penal Internacional. El Tratado de la CPI, si es ratificado por el Senado, sería superior a la Constitución, capaz de anular las desiciones del Congreso, la Corte Suprema, y de imponer una especie de"Ley Mundial" en América.
Los dirigentes de Bilderberg dijeron que el esfuerzo tendría que ser manejado con "sutil delicadeza" frente a la tradicional hostilidad del Senado de incorporarse a la CPI.
El ex presidente Bill Clinton, que asistió a Bilderberg como un desconocido gobernador de Arkansas en 1991 y fue elegido presidente en 1992, dio el sí tratado de la CPI, a pesar de la votación que mostró que más de 90 senadores se oponían al mismo, incluidos los que propugnan un gobierno mundial fueron aterrorizados por los votantes patriotas que estaban conscientes de los peligros por el Spotlight, la inspiración del American Free Press. Clinton no se atrevió finalmente a presentar la Corte Penal Internacional para su ratificación, y se vio obligado a esperar un cambio de viento en la política.
Pero Bilderberg controla a Obama, que se ve a sí mismo como un "ciudadano del mundo." Será el encargado de convencer a los seguidores que tienen miedo a ratificar el tratado. Él será la esperanza para tener un senado más "progresista" después de las elecciones de 2010. Su objetivo, dictado por el Bilderberg, es persuadir a los nuevos senadores (que ocuparán un asiento en enero de 2010), a ratificar el tratado de la CPI en un sábado por la noche, demasiado tarde para que sea informado el domingo o para hacer cambios en los programas del domingo.
Usted tampoco lo va a leer en los medios controlados por Bilderberg como el Washington Post, New York Times, Los Angeles Times, o escucharlo en las principales emisoras.
Original en: Infowars
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