A las 12 del medio día de este lunes 7 de febrero se registraron fuertes enfrentamientos en San Félix y Vigui en la vía panamericana entre indígenas Ngäbé Bügle y antimotines. Se informo que más de 1,500 indígenas de la comarca bajaron de distintos rincones de la Comarca situada al oriente de la provincia de Chiriquí a 6 horas de la ciudad de Panamá.
Las protestas pacificas iniciaron en un paño de la vía, sin embargo los antimotines procedieron a desplegar con gas pimientas, bombas lacrimógenas y perdigones.
9 personas fueron heridas entre mujeres y varones. 22 detenidos entre ellos tres menores según la dirigencia indígena tradicional. Cabe señalar que el hospital de San Félix no contaba con médicos y la falta de atención fue evidente.
En la ciudad de Santiago también se dieron movilizaciones y en la entrada de Vigui, campesinos e indígenas fueron reprimidos. En la ciudad de David, Chiriquí se dio una marcha desde el parque Cervantes hasta la Universidad Autónoma de Chiriquí. En Bocas del Toro organizaciones y pueblos indígenas a última horas de la tarde protestaron, ya que el actual gobierno nuevamente impone la reforma minera como sucedió con la ley chorizo en 2010.
En la asamblea de diputados también se registraron protestas de sectores sociales, ambientales y universitarios en rechazo a tambor batiente de la aprobación de la reforma minera en las gradas públicas.
El pueblo indígena estará en las calles hasta que liberen a los compañeros detenidos, además de que detengan las arbitrariedades en imponer leyes antipopulares y depredadoras en la entrega del territorio para la explotación de los recursos naturales.
Las protestas continuaran en defensa del pueblo panameño y la soberanía ecológica.
Hay que señalar que la mayoria de la población panameña cuestiona al gobierno por la forma con que actuá y por la improvisada y arbitraria manera de legislar. Muchos sectores han dicho que la actividad minera no es una actividad económica panameña y la Conferencia Episcopal Panameña (CEP) en su asamblea plenaria ordinaria anual reflexionó sobre el tema de la minería. Para los obispos católicos panameños la minería, junto con la deforestación, es la mayor amenaza para la sostenibilidad ambiental.
Hacemos un llamado urgente y necesario a las organizaciones de derechos humanos y organizaciones solidarias para exigir al gobierno el cese de represiones contra los pueblos originarios, campesinos y ciudadanos. Y sobre las reformas al código minero su rechazo por los grandes intereses de transnacionales y de sectores corporativos que insisten en explotar los recursos naturales utilizando el mal llamado desarrollo para el país.
Lunes 7 de febrero de 2011.
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