Si hace días señalaba en este blog algunas similitudes entre la “Ley orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana” y el Decreto de urgencia nazi de “Protección del pueblo y del Estado”, ahora han aprobado la nueva “Ley de Seguridad Privada”. Gracias a ésta los vigilantes de seguridad podrán identificar, cachear o detener.
En algunos titulares como el de El País, nos avisan de que se trata de una Ley para ampliar el negocio privado. Podemos decir de esta manera que se trata de una privatización de la ´seguridad`, del mismo modo que hablamos de privatización de la sanidad o la educación.
Por su parte los defensores aseguran que la Ley se fundamenta en el principio de complementariedad y subordinación. Es decir, una conexión entre lo público y lo privado. Vamos, lo mismo de siempre.
Si bien se trata de una privatización de la “seguridad”, debemos profundizar en el tema para descubrir que no es una simple privatización. Teniendo en cuenta que se trata de un Estado burgués, en vez de hablar de seguridad ciudadana, hablaremos de aparato represivo de la clase dominante. Éste, por mucho que se disfrace, sirve para reprimir a la clase oprimida asegurando los intereses de la clase dominante. De hecho, cada día se ve más claro: desahucios, manifestaciones, etc.
Entonces, ¿Por qué privatizan una seguridad que es suya?
Para aproximarnos a la respuesta, vamos a remontarnos a la Alemania de 1920, año en el que Adolf Hitler creó el Ordnungsdienst (Servicio de orden). Se trataba de un grupo con experiencia en cuerpos armados para mantener la seguridad del NSDAP (Partido Nazi). En 1921, después del mitin de Hofbrähaus, pasaron a denominarse Sturmabteilung (sección de asalto).
¿Qué papel tenía la “sección de asalto” en la Alemania de los previos al nazismo? – En un Estado Burgués decadente después de la I Guerra Mundial, y ante el peligro de una revolución, el fascismo fue la opción del capital para contrarrestar el ascenso comunista. Por ello, además del mermado aparato represivo del Estado, se utilizó las SA como grupo paramilitar para realizar el trabajo más sucio, siendo el complemento de las fuerzas estatales.
¿Qué tiene que ver con esto la “Ley de Seguridad Privada” en España?
Que la seguridad privada pertenece a quien puede pagarla y responde a unos intereses de clase. Por poner un ejemplo, una conocida empresa de seguridad en el País Valencià está estrechamente ligada a partidos fascistas. Si durante los últimos años de recortes, se ha invertido grandes cantidades de dinero en el aparato represivo, ahora se pasa a aumentar el poder de actuación de las empresas de seguridad privada para realizar el trabajo más sucio.
Aunque los capitalistas no corren el peligro de una revolución inminente, sí están viendo como aumenta la protesta social. Por tanto, la “Ley de Seguridad Privada” y la Ley orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana’ están destinadas a frenar toda protesta y preparar el paso al fascismo (que acapare el descontento) ante una más que necesaria e inevitable revolución.
Como dice Olmo Dalcó en Novecento: “Los fascistas no son como los hongos, que nacen así en una noche, no. Han sido los patronos los que han plantado los fascistas, los han querido, les han pagado. Y con los fascistas, los patronos han ganado cada vez más, hasta no saber dónde meter el dinero. Y así inventaron la guerra, y nos mandaron a África, a Rusia, a Grecia, a Albania, a España,… Pero siempre pagamos nosotros. ¿Quién paga? El proletariado, los campesinos, los obreros, los pobres.”
PD: Si los burgueses están plantando fascistas será que algún miedo tienen.
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