Amsterdan, junio 25 de 2009 (Especial para Aporrea por Darvin Romero Montiel).- Expresiones de solidaridad con la Revolución Bolivariana se cruzaron desde todas partes de Europa. Más de una docena de idiomas se conjugaron para confirmar que la espada de Bolívar camina, no sólo por América Latina sino también por el Viejo Continente. “La revolución Bolivariana es un ejemplo del cambio que debe haber en el mundo. Por eso apoyamos el proceso desde la trinchera donde estemos”, fue lo que dijo Carlos Délger, miembro del Círculo Bolivariano de Viena. Mientras que Julián Terrier, militante del Círculo Venezuela Toulouse en Francia, afirmaba que: “Venezuela es una esperanza. Nosotros la apoyamos porque es para nosotros una referencia de que si se puede hacer un gobierno socialista, que genere políticas a favor de los que menos tienen”.
Fueron tres días de debate, análisis y propuestas entre miembros de movimientos europeos que apoyan la Revolución Bolivariana y embajadores de Venezuela en Europa. El Encuentro de Solidaridad con Venezuela llevado a cabo del 19 al 21 de junio en Ámsterdam, tomó matiz de congreso cuando en cada una de las diez mesas de trabajo se desarrollaron propuestas para mostrar la verdad del proceso que lidera el Comandante Hugo Chávez Frías y enfrentar las mentiras que constantemente tejen las corporaciones mediáticas internacionales.
Para Samuel Moncada, embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Inglaterra, el terreno ganado por la derecha europea en las últimas elecciones exige unidad: “En Europa está pegando fuerte la crisis económica… esto se manifiesta en desempleo, bancos quebrados, fábricas cerrando… en fin el modelo económico está cayendo. Lamentablemente esto ha generado que los grupos de derecha hayan ganado más espacios en el Parlamento Europeo, con promesas de políticas anti migrantes, anti sindicales y anti cualquier propuesta progresista. Entonces tenemos que fortalecer las redes de defensa de la Revolución Bolivariana, porque no basta con que haya este tipo de grupos en cada uno de los países europeos… si no se unen no habrá éxito”. Esta idea es compartida por Efraín Navarro, del Círculo Bolivariano de Noruega: “Hay que diseñar estrategias para actuar como bloque en contra de la campaña que trata de satanizar nuestro proceso político, profundamente solidario y humano”.
En efecto, el consenso fue la suma de esfuerzos, y como dijo Roland Sitler, del Sindicato Suizo de Trabajadores… la organización: “Este encuentro debe servir para crear comités, círculos y grupos de solidaridad, mejor estructurados. Actualmente estamos algo aislados”. Algunos creen que el encuentro sirvió para descubrir grandes coincidencias: “En este encuentro siento que no estamos solos… los luchadores sociales de Turquía, Rusia, y otras partes de Europa y el mundo. Ojalá el presidente Chávez pueda aceptar nuestra invitación para estar en Turquía el próximo otoño… creemos que esto va a ayudar a la izquierda Turca”, expresó Ufuk Uras, diputado de la Asamblea Nacional de Turquía.
Guadalupe Verwaayen, militante del Círculo Bolivariano de Holanda, fue una las muchas personas sorprendidas por encontrarse en una mesa debatiendo con embajadores y diputados de igual a igual… sin ningún tipo de barrera protocolar que impusiera privilegios: “Aquí en las mesas los embajadores y diputados, no ostentan sus cargos… aquí son unos miembros más de los grupos y movimientos de solidaridad… cada voz en la mesa tiene el mismo peso. Estamos reunidos especialmente para analizar la situación de la Revolución Bolivariana en esta crisis capitalista mundial. De las mesas han salido iniciativas conjuntas de trabajo”. El parecer de Jaime Unda, miembro del grupo “Solidaridad con América latina” de Suecia es el mismo: “En mis casi 50 años de vida política nunca había vivido una experiencia semejante en la que embajadores y representantes del cuerpo diplomático junto a jóvenes y otros como yo, ya no tan jóvenes, se sentaran juntos sin prejuicios ni comparaciones para conversar sobre solidaridad con Venezuela. Está demás decir que fue muy halagador el llamar a los embajadores por sus propios nombres (sin títulos ni referencias) Simón, Lucas, Blancanieves, etc., y escuchar sus opiniones personales sobre los temas tratados sin imposición de ninguna especie, algo único que demuestra que la Revolución Bolivariana de Venezolana hasta en este tipo de encuentros está a la vanguardia, y es esta Revolución la que hoy en día está dando respuestas a este mundo lleno de zozobras y crisis”.
Otro que parece haber sentido el mismo agrado es el embajador de la República Bolivariana de Venezuela en el Vaticano, Iván Rincón: “Nuestra Constitución es socialista en su esencia… es solidaria… y por eso estamos nosotros los embajadores aquí, apoyando a quienes nos apoyan a nosotros”. Enfatizó el rechazo a lo que denominó “la globalización del libre mercado”, afirmando que lo que hay que impulsar es “la globalización de la solidaridad y la inclusión social”. En la mesa en la que participó sugirió informar a través de los grupos de solidaridad que, mientras esta crisis genera desempleo en Europa y otras partes del mundo, en Venezuela se ha logrado reducir la desocupación de 22% a 7 %; Se ha elevado el nivel de atención médica y hemos sido declarados país libre de analfabetismo. “El capitalismo es un cadáver y no hay tiempo para honras fúnebres… ahora lo que queda es terminar de construir y consolidar el socialismo del siglo 21, como una verdadera solución ante los fracasos de los modelos anteriores… y eso sólo lo podemos hacer sentándonos a aprender de quienes conocen mejor la realidad de los pueblos”.
Emocionado, Luis Josha, miembro de la organización “Manos Fuera de Venezuela” en Portugal, afirmó que cree en lo que está ocurriendo en América Latina: “Me gusta ideológicamente la Revolución Bolivariana y el reto de construir el Socialismo del Siglo 21. Creo que el pueblo venezolano se ha emancipado para construir una sociedad más justa y más democrática como esperanza, no sólo para los venezolanos sino para todos los pueblos del mundo”. A su lado, David Bosen, del grupo “Solidaridad con América Latina” de Noruega, exclamó: “Venezuela es la más grande referencia actual contra el neoliberalismo”.
Federico Pargami, vive en París y dice que supo bien sobre la Revolución Bolivariana cuando estuvo en el Foro Social Mundial de Puerto Alegre, Brasil: “Cuando escuché a Chávez, supe que lo que decían los medios franceses era mentira”. Después estuvo en un evento similar que se realizó en Venezuela, trabajando como traductor… “al llegar a París, me integré a los movimientos de Solidaridad con Venezuela”. Quien también fue y vino convencido es el ex-embajador de Suiza en la República Bolivariana de Venezuela, Walter Suter: “Yo soy hijo de obrero y sé lo que significa vivir abajo y luchar para lograr beneficios sociales, por eso no me quiero apartar de esta condición. Lo que sucede en el proceso bolivariano es algo único… sui géneris, para enfrentar la pobreza y la exclusión, además a través de la democracia directa, como en mí país… y protagónica en el caso de allá”.
“Este es un encuentro para revisar que tanto estamos aplicando los movimientos de Solidaridad de Europa, las tres erres de las que habla el Presidente Chávez”, aseguró Marco Consul, miembro del partido “La Refundación Comunista”, de Italia. Agregó que hay que pasar de la solidaridad a la construcción de una agenda común, entre las experiencias de Transformación social en América Latina y lo que pasa en Europa. “Tenemos que superar esa vieja concepción de que la izquierda de los países ricos ayuda a la izquierda de los países pobres… eso se acabó, porque ahora –en términos políticos- estamos mucho peor nosotros en Europa. Allá hay avances y aquí lo que hay es retroceso… Los resultados de las últimas elecciones parlamentarias de Europa indican que ha llegado el momento de fundar comités de solidaridad con Europa, para que nos protejan de la derecha y la ultra derecha que gana terreno aquí”.
Darwin Romero Montiel
Es Ministro Consejero de Venezuela en el Reino de los Países Bajos
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