miércoles, 15 de junio de 2011

ESPAÑA: Preguntas ante la tumba de José Díaz

IU hace lo que debería hacer el PSOE. El PSOE hace lo que debería hacer el PP. El PP hace lo que debería hacer la Falange. CC OO hace lo que debería hacer la CEOE, y ésta, lo que los esclavistas.
Una negociación es como una partida de póker. Se desarrolla en un contexto de relación de fuerzas, en el que tiene gran importancia la mayor o menor verosimilitud de las amenazas que se esgrimen para aplacar a la otra parte. Desde esta perspectiva, las declaraciones de Cayo Lara sobre la política de alianzas de IU, más allá de su evidente llamazarismo, sorprenden por su salvaje ineptitud.
Si, tras las elecciones municipales, los concejales de IU se enfrentan a un arduo proceso de negociación, en el que tratarán de extraer las máximas cuotas de poder dentro de cada ayuntamiento, declarar, como hizo Cayo Lara, que el Consejo Político Federal de la coalición ha decidido no facilitar “ni por activa ni por pasiva” gobiernos del PP, implica enseñarle al rival las cartas y, encima, chivarle que íbamos de farol.
Tras el chivatazo, el PSOE captará el mensaje. “A los chicos de IU, como mucho, la Concejalía de Deportes. Total, de todos modos nos apoyarán en la investidura”, dirán, enfundados en su hipocresía y su chaqueta de pana. IU será la llave del PSOE y el bipartidismo seguirá siendo ese sistema tan siniestramente perfecto.
Es de ser inútiles. Pero es que en este país es tan extraño todo… Cuando uno ve que el PP no condena un régimen autoritario de 40 años, el PSOE lo privatiza todo mientras recorta derechos sociales e IU se limita (al menos en sus programas electorales y en las declaraciones de sus líderes) a una temerosa defensa del “Estado del bienestar”, entonces uno se da cuenta de que nuestra realidad política es una gran mascarada, en la que nadie desempeña el papel que teóricamente le estaba asignado.
IU hace lo que debería hacer el PSOE. El PSOE hace lo que debería hacer el PP. El PP hace lo que debería hacer la Falange. Por otro lado, en muchas ocasiones CC OO hace lo que debería hacer la CEOE, y la CEOE hace lo que deberían hacer los traficantes de esclavos del XVI.   Pero, ¿quién hace lo que deberían hacer los marxistas?
¿Quién propone romper con el sistema y colectivizar los medios fundamentales de producción? ¿Quién denuncia que las políticas socialdemócratas (además de ser imposibles en una época en la que el capital está globalizado y es, por tanto, capaz de deslocalizarse al menor obstáculo) no implican el fin de un orden basado en el saqueo del Tercer Mundo y en la sobreexplotación de un planeta finito, en el cual vivir por encima de determinados estándares (como demuestra la huella ecológica) es literalmente un privilegio imposible de generalizar? ¿Quién denuncia que eso que llamamos “democracia burguesa” es un mero paréntesis entre dos golpes de Estado, que es a lo que recurren los poderes fácticos en cuanto falla su inmenso aparato propagandístico-electoral y surge un gobierno díscolo que pone en peligro sus intereses? ¿Quién proclama que con clases sociales (es decir, sin democracia económica) la democracia política es una vulgar pantomima?
¿Por qué Cayo Lara, que se dice líder comunista, no dice una sola palabra de todo esto? ¿Por qué se resigna a ser una marioneta indirectamente útil  para el PSOE, que ha sido, en la práctica (eso que a Marx tanto preocupaba), el partido más agresivo contra la clase trabajadora en la historia del actual régimen, realizándose, bajo la égida de Felipe y Zapatero, los recortes sociales y laborales más drásticos del periodo? ¿Por qué Cayo Lara, emulando a los enemigos de Anguita, acusa de hacer “la pinza” y amenaza con expedientar a quienes no se someten a la directriz absurda y llamazarista de apoyar al PSOE frente al PP? ¿Por qué hay que apoyar en todos los ayuntamientos las investiduras del PSOE, transmitiéndole a la ciudadanía el mensaje de que, pese a todo, el PSOE es preferible al PP, e incitándola por tanto al voto útil y fortaleciendo el bipartidismo? Si los ayuntamientos, tomados así, globalmente, deben pactar con el PSOE, ¿dónde queda entonces el “programa, programa, programa” de Anguita, que sostenía que no se deben hacer pactos globales ni preelectorales con nadie, sino siempre pactos puntuales en torno a un programa?
En fin. Dicho en pocas palabras, lo que ahora sucede en tantos pueblos de Extremadura y Andalucía es que las bases revolucionarias de un partido se enfrentan a sus direcciones reformistas. No es la primera vez que eso ocurre en la historia del movimiento socialista. Sin embargo, en mi opinión estas bases deberían replantearse más cosas y hacerse nuevas preguntas: ¿por qué los ayuntamientos de IU no emulan a Marinaleda, proyecto que no se basa en el empleo  de los recursos municipales para hacer inútiles y restringidas reformas desde el gobierno local, sino en la organización de la desobediencia civil desde el mismo? ¿Por qué no comprenden que Marinaleda no llegó a ser lo que es a través de una acción municipal de sillón, ceñida a lo que marca la ley, sino mediante huelgas, ocupaciones de fincas, marchas jornaleras…?
Es más, ¿por qué se apoya ciegamente a un sindicato del PSOE como CC OO, que vendió a toda la clase trabajadora (y en especial a la juventud) pactando una reducción de las pensiones, teóricamente a cambio de salvar la negociación colectiva, que sin embargo ahora el PSOE ha recortado como si nada, lo que implica que o bien dicho sindicato mintió, o bien es estúpido (o las dos cosas), cosa que da igual, porque en ninguno de los tres casos estaríamos ante un sindicato digno ni útil para los trabajadores? ¿Por qué los dignos sindicalistas de las bases del PCE, que en su inmensa mayoría desarrollan su actividad sindical en los Críticos de CC OO, no dan un paso adelante, conformando un Frente Sindical en la línea del PAME griego, mediante el cual (junto a otras organizaciones obreras como CGT, CNT, SAT, LAB, CIG y etcétera) den pasos hacia la organización de una huelga general, al margen de la burocracia amarilla que mantiene secuestrada la capacidad de lucha de la clase trabajadora?
Todo esto (aunque algo más embarullado) lo pensé el domingo ante la tumba de José Díaz, con cierta emoción y la sensación de que, ahí abajo, alguien debía de estar retorciéndose en su tumba…

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