Buenos Aires. ABI. | 21 julio de 2011
La Embajada de Nicaragua y la Biblioteca Nacional realizaron el martes un sentido homenaje al cumplirse 32 años del triunfo de la Revolución Popular Sandinista. La vigencia de la ideas del héroe nacional de Nicaragua Augusto César Sandino fue el tópico elegido para recordar aquella gesta.
En la sala Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional un centenar de personas se reunió para celebrar el 32 aniversario del triunfo de la Revolución Sandinista en Nicaragua, que derrocó a la dictadura dinástica de los Somoza.
El acto de apertura estuvo a cargo de la embajadora de Nicaragua en nuestro país, Fabiola Masís, quien celebró "la vigencia de las ideas libertarias del general de hombres libres, Augusto César Sandino" y agradeció la presencia de representantes de las embajadas de Bolivia, Venezuela, México, Paraguay, Noruega, entre otros, así como miembros de partidos y movimientos populares de la Argentina.
También concurrieron Horacio González, director de la Biblioteca Nacional y la destacada periodista Stella Calloni.
Un recorrido de fotos históricas de la gesta de Sandino y sonidos originarios de la música nicaragüense fueron parte de la apertura del evento.
Luego se inició la disertación sobre Augusto César Sandino, general de hombres libres. La vigencia de sus ideas, quien defendió la soberanía nicaragüense de la presencia de los Estados Unidos hasta lograr su expulsión entre 1927 y 1933, que estuvo a cargo de dos internacionalistas argentinos que vivieron en Nicaragua durante los tiempos álgidos de aquella gesta histórica: el sociólogo Carlos Vilas, quien residió en el país centroamericano entre 1980 y 1990, y el periodista Jorge Ubertalli, que lo hizo entre del 79 al 84.
Vilas calificó a su paso por Nicaragua como "la mejor decisión de su vida" y se reconoció como "sandinista argentino".
El autor de Perfiles de la Revolución Popular Sandinista dijo que Sandino fue "un patriota, un militante, un tesonero que no midió riesgos para recuperar su patria", por eso su lucha "tiene vigencia, porque fue en defensa de la soberanía nacional y la resignificación de la nación; no por nada llamó a su movimiento Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional (EDSN).
Este humilde campesino nacido en 1895 en Masaya se erigió "en la afirmación de una voluntad emancipadora, sus soldados eran campesinos y artesanos, incluso muchos venidos de otros países, y muy jóvenes", sostuvo Vilas.
En referencia a la Revolución Sandinista subrayó: "Forma parte irreversible en la historia de Nicaragua y del mundo". Y concluyó: "Las revoluciones sociales aunque no triunfen, transforman todo, nada vuelve a ser igual; no son anónimas porque tienen el nombre del pueblo y sus esperanzas".
Para Jorge Ubertalli, quien trazó un perfil de Sandino y recordó por su nombre de pila y apodos a internacionalistas argentinos y latinoamericanos que dejaron su vida por la revolución, aseveró que el muchacho de Niquinohomo es "el hijo más dilecto en la lucha liberadora" de ese país.
Rescató el componente "breve y campesino" del ejército de Sandino, donde "combatieron mujeres, niños y ancianos" y la idea de "nacionalidad latinoamericana, 21 estados unidos en una confederación de naciones y defendiendo los mismos intereses, que puede hoy verse en el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) y fue el resultado de la sabia propuesta de Sandino".
El acto cerró con un brindis que ofreció la Embajada de Nicaragua en la propia Biblioteca Nacional donde los recuerdos, las historias, las memorias siguieron circulando vivamente entre los asistentes, porque en Nicaragua, siempre será 19 de julio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario