En primer lugar, cabe resaltar cuáles son las intenciones que motivan a V.I.Lenin a escribir este folleto en 1920 para la inauguración del II Congreso de la Internacional Comunista: el objetivo es analizar la experiencia de la revolución de octubre en relación con algunas cuestiones de la táctica comunista que se están dando en Europa occidental. Estas tendencias representan el doctrinarismo de izquierda o “izquierdismo” como correligionario del doctrinarismo de derechas (representado por el oportunismo, cuyo ejemplo histórico más esclarecedor puede ser Kautski).
La experiencia bolchevique nos demuestra la variedad de las formas de lucha en la que se desenvuelve: legal e ilegal, clandestino y abierto, propaganda en círculos y entre las masas… En resumen, la flexibilidad, la sensibilidad táctica que caracteriza al leninismo, frente al dogmatismo de izquierdas, que no acepta más que el camino recto, obstinado en rechazar la formas de lucha antiguas sin ver que el nuevo contenido se abre paso a través de toda clase de formas y que el deber de los comunistas es dominarlas todas; y el dogmatismo de derechas el cual no admite más que las formas antiguas y fracasa constantemente por no darse cuenta del nuevo contenido.
Sin lugar a dudas, tras la imponente derrota en que se ha sumido el comunismo, estas tendencias doctrinarias se han enquistado de tal manera en el movimiento comunista que prácticamente todas las organizaciones están contagiadas por una de las dos enfermedades.
Es importante comprender la obra desde el marco en el que se desarrolla, en pleno auge de la tercera o podríamos decir con más acierto y perspectiva de la I Internacional Comunista. Es en este contexto donde Lenin da unas recomendaciones tácticas concretas, éstas no se pueden absolutizar sin contagiarnos de la enfermedad que él quería combatir, no se pueden interpolar a la situación actual.
La gran enseñanza, que nos lega Lenin en esta obra, es desarrollar la revolución desde la flexibilidad táctica bajo la guía de los principios, desde el marxismo-leninismo, el cual sólo puede ser comprendido, sin peligro de caer en el dogmatismo, desde la experiencia histórica de la Revolución de Octubre.
Sólo de esta forma podemos analizar la experiencia bolchevique en nuestro contexto, en relación a la situación actual de la lucha de clases. El eje central sobre el que gira el leninismo como concepción política y nuestra situación actual, es en torno al partido de nuevo tipo, ésta es la condición indispensable para poder desarrollar cualquier actividad revolucionaria, cualquier actividad de vanguardia en las instituciones reaccionarias.
La reconstitución del Partido Comunista es la condición determinante de la táctica consecuente de un comunista hoy en día, en la etapa de derrota más importante de la historia de la revolución, en la que todavía no nos hemos dotado de los instrumentos necesarios para la revolución, ni siquiera, la vanguardia esta preparada para realizar una dirección efectiva en su relación con las masas proletarias.
Desde la comprensión de la situación actual de necesidad del Partido Comunista, podemos comprender la obra de Lenin y elaborar una respuesta a su título VII. ¿Deben actuar los revolucionarios en los sindicatos reaccionarios? Según Lenin la táctica del comunista frente a los sindicatos debe de ser una “escuela de comunismo”, esta afirmación no implica que independientemente de la situación en que se encuentre la lucha de clases el deber del militante comunista sea la participación sindical.
Lenin da directrices en un momento concreto, cuando ya hay un partido de nuevo tipo, entonces si es importante trabajar en los sindicatos reaccionarios como correa de transmisión; pero no rebajando la forma superior de unión de clase (partido de nuevo tipo), a la vieja cumpliendo con sus funciones reaccionarias de reproducir el sistema de dominación a través de la dirección de las luchas inmediatas de la clase obrera. Tal es el trabajo sucio al que se llevan refiriendo los revisionistas enarbolando dogmáticamente el leninismo, sin conocerlo en la totalidad de su experiencia histórica
En resumen para poder realizar una correcta actividad en los sindicatos reaccionarios: elevar a las masas a las posiciones revolucionarias, es necesario el partido de nuevo tipo. Actividad a la que no nos tienen acostumbrados organizaciones revisionistas como la UJCE… que pregonan el sindicalismo tomando las mismas posiciones que los doctrinarios de derecha (mencheviques) durante toda la historia de la revolución.
Otro ejemplo de la riqueza táctica del leninismo es la postura del partido bolchevique frente a la participación en los parlamentos burgueses, dependiendo de las necesidades prácticas de cada momento siempre manteniendo la perspectiva y el objetivo revolucionario sin rebaja alguna de principios. Esta experiencia nos demuestra que el camino hacia la revolución no es lineal, es dialéctico, desenvolviéndose en innumerables contradicciones.
Hoy hay organizaciones como la UJCE (oportunistas kautskianos), que pregonan el dogmatismo de derecha frente a la participación en las elecciones y organizaciones que pregonan el dogmatismo de izquierda en este aspecto, el ejemplo más claro son las organizaciones anarquistas planteando la eterna abstención. Sin lugar a dudas, la JML considera que en la situación actual, en la cual carecemos de partido de nuevo tipo, la postura de los comunistas debe ser la abstención en cuanto boicot activo, aprovechando la situación de apertura política que genera un periodo electoral para desarrollar el debate y hacer llegar nuestra línea.
La cura frente a esta enfermedad, que hoy como en 1920 sigue afectando a nuestro movimiento, sigue siendo la misma que predicaba Lenin, la implacable lucha de dos líneas frente al oportunismo, dogmatismo, en resumen, frente al revisionismo.
En síntesis, contra lo que nos han querido hacer creer toda la ralea de doctrinarios de derecha que llevan muchas décadas dominando el movimiento comunista, la Enfermedad infantil no es una obra de principios, sino una serie de indicaciones tácticas en un momento histórico muy concreto, el inmediatamente posterior a Octubre, frente a la rigidez dogmática de los inmaduros destacamentos que acaban de abrazar el comunismo. El contexto de esta obra es un movimiento revolucionario a la ofensiva, bajo el calor de la Revolución de Octubre, y que cuenta con el sólido aval del partido mundial de la revolución, la Komintern, recién constituida. Nada más miope hoy, que ninguno de estos elementos existe (ni partido bolchevique, ni Internacional, ni auge revolucionario), que seguir agitando esta obra dogmáticamente como una especie de Talmud.
publicado por juventud marxista-leninista
http://difusionrebelde.blogspot.com/2012/11/la-enfermedad-infantil-del-izquierdismo.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario