Demasiado parecido a una película de los Hermanos Coen o Tarantino,
¿verdad? Un asesino sin motivo, que deambula sonámbulo por la calle
mientras las cámaras de televisión le filman en primer plano, una
heroína que se le acerca y le increpa sin que le pase nada… Ha sido tan
descarado que algunos diarios digitales
han comenzado a cuestionar el reality show, atendiendo, por ejemplo, a
la cercanía de la comisaría (y sin embargo, tardó 20 minutos en llegar);
por no hablar de que los hechos se producen al lado de un cuartel. ¿A
qué asesino se le ocurre matar a un soldado al lado de un cuartel? Esta
misma información española también se pregunta cómo es que el asesino
sabía que su víctima era militar si sólo llevaba una camiseta…
Como os avisé desde el primer momento, los fallos de “raccord” de
este filme (es decir, las inconsistencias) deberían aparecer, y este blog inglés es el primero, que yo sepa, que ha comenzado a destacarlas.
La más obvia es que el asesino carece de manchas de sangre en su ropa
y lleva SOSPECHOSAMENTE EMBADURNADAS DE COLOR ROJO, las manos.
Demasiado rojas las manos y demasiado limpio el jersey.
Luego
tenemos a la heroína, Ingrid Loyau-Kennet que salta de un autobús,
chequea si el soldado está todavía vivo (supuestamente ya le habían
cortado la cabeza) y se pone a hablar con uno de los asesinos, con unas
frases de película: “vais a perder, qué es lo que queréis hacer?”. Lo
más probable es que en unos días conozcamos a qué se dedica esta señora,
y estoy por aseguraros que formara parte de alguna empresa dedicada a
seguridad…
Y,
por último y más importante, tenemos el propio Set de Rodaje o, perdón,
el comportamiento de la policía en el auto del crimen.
Lo primero que hace la policía en estos casos es acordonar la zona
pero aquí, o se les ha olvidado, o han llegado primero las cámaras de TV
(cosa que me sucedía alguna vez cuando trabajaba en Sucedió en Madrid):
en cualquiera de los dos casos hay una connivencia en que el reality
show quede perfectamente grabado. Una vez más, os exhorto a que
visionéis la película “Ocurrió cerca de su casa” porque se va a
convertir en pieza clave para descifrar este absurdo.
El autor del blog que menciono se ha fijado en un detalle: la policía
no sólo no acordona la escena del crimen sino que mueve la “tienda” con
la que cubre el cadáver, algo totalmente prohibido debido a que cuando
un suceso de este tipo acontece hay un procedimiento forense que hay que
cumplir.
A todo lo largo, os ofrezco una serie de fotos que muestran cómo
cambian la tienda de sitio; señal de que, de verdad, estamos ante un set
de rodaje de una película y no de un hecho real. Hiperrealidad o
realidad virtual, no realidad.
Convendría que pusieras la fuente de donde sacas el artículo, ¿no crees?
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