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miércoles, 18 de abril de 2012

América Latina: La CIA el arma clandestina del imperio del terror.Por CISPAL

Estados Unidos es el imperio del terror porque terror esparce por todo el globo terráqueo. Prácticamente no hay pueblo de la tierra que no haya sido agredido por el poder imperial estadounidense.



Terminada la II Guerra Mundial, Estados Unidos de Norte América se convirtió en potencia mundial y centro hegemónico del capitalismo, factores clave en el proceso de consolidación imperial junto a la más formidable maquinaria de actividades clandestinas y guerras secretas, bajo responsabilidad de la denominada comunidad de inteligencia. Son 67 años de política guerrerista, de injerencias cínicas fundamentadas en anacrónicas doctrinas de dominación, de agresiones sistemáticas a todos los pueblos del mundo y de público escarnio de libertades, derechos humanos y democracia que dice defender, para cometer crímenes de lesa humanidad con el desate de guerras imperialistas, invasiones con uso de armas de última generación, imposición de dictaduras fascistas y respaldo a gobiernos títeres con el uso, además del poder bélico, de la más sofisticada comunidad de inteligencia que actúa desde la clandestinidad sin la más mínima moral o ética, para cumplir órdenes de la casa Blanca y de la “clase superior anglosajona” que se cree predestinada para cumplir el famoso “destino manifiesto”: dominar al mundo.





Estados Unidos es el imperio del terror porque terror esparce por todo el globo terráqueo. Prácticamente no hay pueblo de la tierra que no haya sido agredido por el poder imperial estadounidense. Hiroshima y Nagasaki sufrieron el terror de la bomba atómica cuando Japón estaba derrotado. Inmediatamente desató la guerra de Corea y luego vendrían Vietnam, Kampuchea y Laos en el sudeste asiático. En Medio Oriente dotó de armas nucleares a Israel, invadió Afganistán e Irak y desató la cruenta guerra entre Irán e Irak. Sadam Hussein que fue asesinado luego de la invasión a Irak hace nueve años, contó con el apoyo de Estados Unidos y Osama Bin Laden, líder de Al Qaeda fue agente de la CIA.





En África apoyó el apartheid de Sudáfrica, a los mercenarios de Angola, invadió Somalia, sometió a Sudán y estuvo y está tras de las guerras tribales. La llamada “Primavera Árabe” contó con el apoyo de mercenarios organizados entrenados y financiados por la CIA. El caso más patético de injerencia imperial se dio en Libia a la que bombardeó con la OTAN que es el brazo armado del imperio. Los bombardeos que destruyeron ciudades y mataron a centenares de víctimas inocentes terminaron con el monstruoso asesinato de Gadafi. Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea se apoderaron del petróleo de Libia. Bien se puede afirmar que todos los países de América Latina y el Caribe, en algún momento de su historia, han sido agredidos, invadidos, masacrados por las fuerzas armadas y la CIA de Estados Unidos que jamás ha admitido ni permitido que su patio trasero y lago particular sean verdaderamente libres, soberanos e independientes. En América Latina y el Caribe, la CIA ha sido y es el arma clandestina del imperio. El “patio trasero y “el lago particular” han sido invadidos, agredidos e intervenidos militarmente y con la CIA de por medio en más de 200 ocasiones.





Los gobiernos civiles, militares, dictatoriales y fascistas que ha soportado el subcontinente, los considerados amigos de la Casa Blanca han tenido el apoyo y asesoramiento de expertos norteamericanos de la comunidad de inteligencia y, en particular de la CIA, en la organización, entrenamiento, planificación y ejecución de sistemas y aparatos de represión de extraordinaria eficacia en torturas, detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada de personas, tratos crueles y denigrantes con total degradación de la dignidad humana.





Para la comunidad de inteligencia de Estados Unidos y, en especial para la CIA, no son desconocidos los magnicidios, asesinatos selectivos, actos terroristas, sabotajes, chantajes, provocaciones, destrucción y muerte. Con la generosa ayuda estadounidense se han violado todos los derechos humanos, se han suprimido libertades y se han acabado con las incipientes democracias intentadas en esta parte del mundo. Estados Unidos con la CIA, DEA y todos sus servicios secretos de la comunidad de inteligencia han desatado los caballos del apocalipsis que asolaron y asuelan a América Latina y el Caribe: genocidios, magnicidios, crímenes de Estado, crímenes de lesa humanidad, violación de soberanías nacionales, experimentos biomédicos en seres vivos, atracos de recursos naturales, humanos y hasta el multimillonario negocio del narcotráfico que deja incuantificables ganancias a sus banqueros y financistas.





Desde su fundación en 1947 por el gobierno de Truman, la CIA ha sido y es la agencia todopoderosa y tétrica del espionaje y contraespionaje del gobierno de los Estados Unidos. La Agencia Central de Inteligencia, (CIA, por sus siglas en inglés) es una de las mayores comunidades de inteligencia de Estados Unidos y del mundo. Ha sido y es el arma clandestina del imperio parta deshacerse de sus potenciales enemigos, de gobiernos considerados peligrosos para los intereses yanquis, de presidentes molestos para el imperio, de líderes populares considerados subversivos. No hay acción criminal en contra de gobiernos legítimamente constituidos y de pueblos libres y soberanos en los que no haya participado la CIA.





Sin embargo, esa extraordinaria y sofisticada arma clandestina del impero ha cometido graves errores y equivocaciones que le han conducido a Estados Unidos a guerras e invasiones de las que, a pesar de todo su poder bélico, ha salido derrotado y allí están Vietnam, Somalia, Cuba, Irak, Afganistán. Y está su fracaso ante los hechos del 11S-2001 a no ser que, como sostienen algunos analistas, haya participado en el derrumbe de las Torres Gemelas, y están las imperdonables mentiras de la comunidad de inteligencia con la CIA por delante, de afirmar la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, que sirvió de pretexto para el desate de la invasión estadounidense que al pueblo iraquí le ha costado más de un millón de víctimas.





La “Compañía” como suelen llamar a la CIA sus agentes y servidores nació el 26 de julio de 1947 cuando Harry S. Truman , presidente de los EEUU, firmó el Acta de Seguridad Nacional. La Agencia Central de Inteligencia o Central Intelligence Agency (CIA), es heredera de la Oficina de Servicios Estratégicos. OSS (Office of Strategic Services), que actuó durante la II Guerra Mundial.





La CIA contó con más de 16 mil empleados. Su sede está ubicada en un complejo de 104 hectáreas cerca del río Potomac en Langley, Virginia. El objetivo primario fue acopiar y analizar información referente a los enemigos exteriores de Estados Unidos y de esa manera permitir al presidente, el Pentágono y el Congreso, decidir acciones consecuentes.





Legalmente la actividad de inteligencia de la CIA debe ser “oportuna, objetiva, independiente de consideraciones políticas y basada en las fuentes de la comunidad de inteligencia”, pero en la práctica la CIA rebasó su marco legal con la anuencia del presidente estadounidense y se especializó en la ejecución de operaciones clandestinas tendientes a modificar las políticas internas de otros países, en función de los intereses y la seguridad de Estados Unidos. De allí que la CIA ha estado involucrada en operaciones encubiertas para desestabilizar gobiernos y asesinar dirigentes en países que han pretendido llevar a cabo transformaciones a favor de sus pueblos y en contra de los intereses norteamericanos. “La CIA se encuentra involucrada en las más turbias políticas, acciones y maniobras contra dirigentes, organizaciones e instituciones que interfieran en los intereses del imperio, violando toda norma ética, jurídica, diplomática que rigen las relaciones políticas y económicas internacionales. A su vez, una larga historia de corrupción, actuaciones ilegales, denuncias y descrédito están asociadas a este servicio de inteligencia y a sus principales jefes.”





La CIA en América Latina



La CIA convirtió a América Latina y el Caribe en un vasto escenario de sus operaciones especiales, encubiertas o clandestinas. No escatimó acciones terroristas, ni sabotajes, ni chantajes para cometer sus fechorías. Por ejemplo:





Guatemala fue el primer triunfo desestabilizador de la CIA que financió, organizó y ejecutó el golpe de Estado contra el Presidente democrático y progresista Jacobo Arbenz en 1954, para defender los intereses de la United Fruit, propiedad de Dulles, Director de la Compañía en esa época. La violencia provocada desde entonces por los sucesivos gobiernos militares patrocinados por Estados Unidos dejó un saldo trágico de más de 160 mil muertos y 40 mil desaparecidos.





En Cuba instaló y protegió la dictadura de Fulgencio Batista, pero luego del triunfo de la Revolución, Cuba ha sido y es el escenario de las terroríficas acciones de la CIA. Tras el histórico triunfo, el presidente Dwight David Eisenhower autorizó la ejecución de las llamadas operaciones encubiertas con el fin de asesinar al Presidente cubano Fidel Castro y con ello poner fin al proyecto revolucionario. “Para tales propósitos creó en Miami una estación de la CIA especialmente dirigida contra Cuba. Organizó bandas contrarrevolucionarias que cometieron asesinatos en la población civil y practicaron el sabotaje contra objetivos económicos. Financió, armó y entrenó una brigada mercenaria que invadió la zona de Playa Girón en la provincia de Matanzas en abril de 1961, conocida como la invasión de la Bahía de Cochinos, asumiendo la responsabilidad de la derrota el presidente John Kennedy.” La victoria de Cuba en Playa Girón es la primera derrota del imperio en América Latina.





“La política terrorista contra Cuba, incluye las constantes amenazas de invasión militar, la guerra económica, el bloqueo económico y la guerra biológica, y otras modalidades aplicados por el Gobierno norteamericano han causado numerosas pérdidas humanas y graves daños materiales al país caribeño. Miles de actos de naturaleza terrorista se ejecutan contra Cuba desde el triunfo de la Revolución Cubana.





Uno de los más monstruosos crímenes fue el ejecutado por los agentes de la CIA Orlando Bosh y Luis Posada Carriles, ambos de origen cubano, al organizar un atentado que provocó la explosión, en pleno vuelo, de un avión de Cubana de Aviación en Barbados, el 6 de octubre de 1976. En el atentado murieron 73 personas. Posada Carriles pasea su impunidad por las calles estadounidense mientras cinco patriotas cubanos antiterroristas sufren condenas en las cárceles imperiales. A finales de la década de 1990 el agente de la CIA Luis Posada Carriles organizó una serie de atentados explosivos en contra de hoteles cubanos con saldo de un muerto y numerosos heridos. En los atentados participan mercenarios salvadoreños.





Cuba ha sido agredida constantemente por el imperio: bloqueo genocida, sabotajes, terrorismo, guerra químico-bacteriológica, bombardeos, expedición de una serie de leyes extraterritoriales, permanentes provocaciones e intensa propaganda para desestabilizar la revolución son una muestra de las acciones clandestinas de la CIA y de la comunidad de inteligencia en su conjunto.





En la República Dominicana impuso la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo que después de 30 años fue asesinado con el apoyo de la CIA. “En 1963, la CIA ejecutó una campaña propagandística en contra del presidente dominicano Juan Bosch que culminó con un golpe de Estado. Tras el alzamiento de militares constitucionalistas que pedían el retorno a Bosch, en 1965 Estados Unidos, en una operación coordinada por la CIA, invadió la Isla, asesinó a miles de personas y entre ellas al Coronel Caamaño Denno, líder de los militares constitucionalistas.





En Panamá el intervencionismo yanqui ha sido una desgraciada constante histórica que comenzó con la separación del Istmo de Colombia. Se adueñó del Canal e instaló bases militares, entre ellas la famosa Escuela de las Américas que se convirtió en la Universidad para la formación de dictadores militares y de profesionalización de los represores, del crimen político, las torturas, las desapariciones forzadas de personas, las ejecuciones extrajudiciales.





En diciembre de 1989, Estados Unidos invadió Panamá con el pretexto de capturar al general Manuel Antonio Noriega, entonces Dictador- Presidente de ese país. Noriega, un conocido ex agente de la CIA y traidor a Omar Torrijos, fue acusado de tráfico de drogas. El gobierno norteamericano tenía conocimiento, al menos desde 1972, de las actividades ilícitas de Noriega, pero lo mantuvo en su nómina mientras le fue útil. La invasión dejó un saldo de siete mil muertos y desaparecidos, así como pérdidas millonarias. El barrio popular de Chorrillos, prácticamente fue barrido del mapa con el uso de poderosas bombas.





En Nicaragua, con la CIA de por medio, instaló, apadrinó y mantuvo a los dictadores de la dinastía Somoza. En 20 de julio de 1979, triunfo de la Revolución Sandinista e inmediatamente, el presidente norteamericano James Carter que hoy aparece como defensor de los derechos humanos, autorizó las criminales operaciones de la CIA en apoyo de la oposición sandinista.





Durante el gobierno de Roland Reagan se destinaron cientos de millones de dólares a la creación de un ejército mercenario de los contras que, desde la vecina Honduras, se dedicó a sabotear los esfuerzos nicaragüenses por construir una sociedad democrática y plural.





La guerra costó a Nicaragua, 60 mil muertos y 2 mil desaparecidos, además de 17 mil millones de dólares en pérdidas que los norteamericanos se negaron a pagar a pesar del fallo dictado por la Corte Internacional de Justicia de La Haya en 1986. Finalmente la oposición llegó al poder en 1990 después de un proceso electoral marcado por el intervencionismo de los EEUU, con participación descarada de la CIA, la misma agencia responsable de la conocida operación Irán-contras, mediante la cual, la CIA vendía armas a Irán, comerciaba drogas dentro de Estados Unidos y con las utilidades financiaba los crímenes de los contras.





En 1986 fue derribado en Nicaragua un avión DC-3 que apertrechaba a la contrarrevolución. El piloto, Eugene Hasenfus, reveló que los vuelos eran dirigidos por la CIA y procedían de bases instaladas en El Salvador y Honduras.





En Honduras la CIA actuó abiertamente para imponer dictaduras militares y convertirla en un inmenso portaviones terrestre. Agentes de la CIA formaron, entrenaron y financiaron a los escuadrones de la muerte en toda Centro América. Mantiene ilegalmente la base militar de Soto Cano desde donde militares y agentes de la CIA apoyaron el golpe de Estado que derrocó al Presidente Zelaya. En el 2011 se informó que Estados Unidos planea instalar una nueva base militar en las Islas de la Bahía en Honduras, hecho que se conoció luego de una reunión habida entre el ministro hondureño de Defensa, Marlon Pascual, y el jefe estadounidense del Comando Sur, Douglas Fraser.





En El Salvador, “El pulgarcito de América”, la CIA desempeñó un papel fundamental en la concepción y organización de las agencias de seguridad que formaron a los criminales de los grupos paramilitares y escuadrones de la muerte de El Salvador que persiguieron y asesinaron a toda persona que se pareciera a guerrillero o simpatizante del FMLN. Durante la guerra civil salvadoreña, los Estados Unidos apoyaron a los sucesivos gobiernos militares que se transformaron en crueles y sanguinarios dictadores a los que no vacilaron en premiarlos con más de 5 mil millones de dólares. La guerra dejó un saldo de 75 mil muertos y 8 mil desaparecidos. En la actualidad se siguen descubriendo fosas comunes.





En 1983, tropas norteamericanas invadieron la pequeña Isla de Granada poco después de que un golpe de Estado apoyado por la CIA acabara con el gobierno del progresista Maurice Bishop que fue asesinado.





Según el presidente Ronald Reagan, fundamentado en informes de la CIA, Granada, una pequeña isla de 340 km² y 110 mil habitantes representaba una amenaza militar para los Estados Unidos. Reagan había mostrado su preocupación por un aeropuerto que trabajadores cubanos estaban construyendo para desarrollar el turismo. Luego de la invasión, los Estados Unidos anunciaron su decisión de concluir ese aeropuerto, aunque con otros fines.





Desde 1949, Estados Unidos prácticamente se apoderó de Colombia a través de diversas misiones del ejército y de operaciones clandestinas de la CIA dirigidas a la lucha contra las guerrillas de las FARC-EP y ELN.





Luego impusieron los Planes Colombia y Patriota destinados a liquidar las guerrillas, pero con el pretexto de combatir el narcotráfico. Con la intervención de Estados Unidos, la violencia en Colombia ha cobrado más de 300 mil víctimas mortales y ha producido más de dos millones de desplazados. No habrá paz en Colombia mientras Estados Unidos siga en la hermana república, simplemente porque la guerra y el narcotráfico son negocios altamente rentables para el imperio. Estados Unidos usa y abusa de las bases militares colombianas a su antojo y gusto según sean sus necesidades. Los agentes de la CIA y DEA actúan con absoluta libertad y son capaces de ordenar acciones a las fuerzas armadas y policías respectivamente. El Pentágono y la CIA actuaron en el bombardeo a territorio ecuatoriano de Angostura con el que mataron al Comandante de las FARC Raúl Reyes y 27 personas más, entre ellos, un ecuatoriano.





Venezuela está en la mira de Estados Unidos al que no le faltan planes de invasión armada desde las bases de Curazao, Aruba y Colombia con la predeterminada intención de acabar con el gobierno del presidente Hugo Chávez Frías y apoderarse del petróleo. Allí la CIA actúa por intermedio de la USAID, NED y otras agencias de la comunidad de inteligencia.





En 1963, Guyana se convirtió en víctima de la CIA que utilizó al sindicato de trabajadores guyanés afiliado al CISL imperial, para organizar una huelga general que derrocó al progresista presidente Chedy Jagan. Los obreros fueron convertidos en mercenarios de la CIA.





En el Ecuador la CIA desarrolló y desarrolla sus actividades clandestinas sin mayores molestias a pesar de que el gobierno del presidente Correa expulsó del país, al Director de la estación de la CIA en Quito, Marc Sullivan, como consecuencia del ataque estadounidense- colombiano a Angostura ubicado en territorio del Ecuador.





En 1961 fue derrocado el presidente Velasco Ibarra mediante un golpe de Estado preparado y ejecutado por la CIA, según confesión de Philipp Age, director en ese entonces de la estación de la “compañía” en Quito.





En 1963, la CIA trabajó intensamente para derrocar al presidente Carlos Julio Arosemena Monroy y tras el exitoso golpe de Estado instaló en el poder a una dictadura miliar caracterizada por su feroz anticomunismo, y por gobernar con órdenes de la CIA.





En 1981 murió el presidente ecuatoriano Jaime Roldós Aguilera en un extraño accidente de aviación. Familiares y amigos de Roldós sostienen que ese accidente fue obra de la CIA.





Perú ha sido blanco de las actividades clandestinas de la CIA. Organizó y apoyó a gobiernos antipopulares y a dictaduras militares. Organizó el “limazo” en contra del gobierno progresista del general Velasco Alvarado que desenmascaró la participación de la CIA en esos cruentos sucesos que enlutaron al Perú.





En 1965, la CIA bajo instrucciones del Consejo de Seguridad Nacional, del Pentágono y la Casa Blanca construyó en plena selva peruana una especie de Fort Bragg con el propósito de reclutar y entrenar fuerzas especiales antisubversivas o anti guerrilleras. Se expandió la doctrina de la guerra antisubversiva o contrainsurgente.





En Bolivia, la CIA participó directamente en el entrenamiento y en las operaciones del ejército boliviano en contra del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia. El agente de la CIA de origen cubano Félix Rodríguez Mendigutía fue el encargado de transmitir la orden, llegada desde La Paz, de asesinar a Ernesto Che Guevara. En 1971, la Agencia planificó y ayudó a ejecutar el golpe de Estado en contra del general Juan José Torres.





Agentes de la CIA asesoraron y dirigieron las operaciones que masacraron a los mineros bolivianos. Asesoraron el bombardeo a las universidades y otorgaron total apoyo financiero al dictador terrorista general Hugo Banzer que, bajo órdenes de la CIA, lideró el movimiento golpista.





En Brasil fue derrocado y muerto el presidente Getulio Vargas por parte de un grupo de militares que recibieron apoyo de la CIA. En 1962, la CIA intervino en las elecciones de Brasil. Gastó más de 20 millones de dólares en la campaña electoral, para impedir que el presidente Joao Goulrat alcance la mayoría necesaria en el Congreso. Finalmente la CIA preparó una asonada militar perpetrada por el gorilismo de ese país que terminó por instalar en el poder las dictaduras que cometieron crímenes de lesa humanidad.





En 1964, la CIA realizó un intenso trabajo, distribuyó millones de dólares y alcanzó éxitos al impedir que Salvador Allende triunfara en las elecciones chilenas. En 1970, otra vez, la CIA intervino en las elecciones para derrotar a Salvador Allende, pero al fracasar en su intento, la ITT y sectores de las derechas cavernarias y fascistas con la CIA a la cabeza, asesinaron al Comandante en Jefe del Ejército chileno, general René Schneider.





En 1972, el gobierno de Nixon organizó el “bloqueo invisible” en contra del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende, Bajo la dirección de Henry Kissinger funcionó el “Comité de los 40” para provocar en caos económico y financiero en Chile y derrocar a Allende.





El 11 de septiembre de 1973 fue derrocado y asesinado el presidente Salvador Allende y Chile comenzó a padecer el terrorífico calvario fascista bajo el gobierno del General Pinochet. En 1974 fue asesinado el general Prats y en 1975 Orlando Letelier. La CIA participó directamente en la organización y ejecución de monstruosos crímenes en contra del pueblo chileno, sus dirigentes y líderes populares.





Los gobiernos militares y fascistas de Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Paraguay recibieron apoyo y financiamiento de Estados Unidos y su siniestra CIA.





La prensa norteamericana informó que en las décadas de los setenta y ochenta, la CIA intervino directamente en la organización de la inteligencia chilena durante el gobierno del fascista Pinochet al tiempo que asesoraba a los aparatos represivos y de inteligencia de Brasil, Uruguay, Paraguay, Argentina y Bolivia.





Los vínculos de la CIA con las fuerzas paramilitares de los regímenes dictatoriales del Cono Sur durante los años 1970 y 1980 fueron notorios y fluidos, según se desprende de documentos de la misma Agencia que han sido desclasificados. En general, todos los gobiernos de los países de América del Sur y Centro América se convirtieron en expertos en torturar y desaparecer personas.





La tenebrosa internacional del crimen y del secuestro conocida como “Operación Cóndor” fue planificada, montada, asesorada y apoyada por la CIA.





Los países del Tercer Mundo son el escenario favorito de la ejecución de las actividades criminales de la CIA, ya sea directamente o por intermedio de agentes criollos o mercenarios porque es “un método eficaz y no caro para alcanzar objetivos determinados”. Es un hecho irrefutable que América Latina y el Caribe son objetivos prioritarios de dominación en la política de Washington para lo que cuenta, a más de su formidable maquinaria de guerra, con el concurso de mercenarios que ejecutan sus guerras sucias. Nicaragua, Honduras, Guatemala, El Salvador en Centro América son ejemplos de sus agresiones y en América del Sur, los regímenes fascistas fueron creación de Estados Unidos con el trabajo clandestino de la CIA, DEA, y todas las agencias de la comunidad de inteligencia. En los últimos años, la CIA ha sofisticado sus actividades encubiertas con el uso intensivo de las nuevas tecnologías, y con el uso de tapaderas como la USAID, NED. IEP y decenas de organizaciones no gubernamentales que realizan sus tareas con dinero de la CIA.





Los fracasos de la CIA han sido notorios y uno de ellos es que la “compañía” fue incapaz de prevenir los atentados a la Torres Gemelas. Luego de la tragedia de las Torres Gemelas, Estados Unidos dictó el Acta de la Reforma de Inteligencia y Prevención del Terrorismo en el año 2004 y creó la matriz del espionaje y contraespionaje a escala global denominada Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), que se hizo cargo de alguna parte de la administración y estrategias de la comunidad de inteligencia (CI) y a ese organismo pasaron una serie de funciones y actividades que habían estado bajo responsabilidad de la CIA. El Directorio de Inteligencia Nacional es responsable de la totalidad de actividades de la Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos, pero la CIA es una de las mayores comunidades de inteligencia a gran escala. “La Dirección Nacional de Inteligencia fue establecida en el año 2005 como parte de los esfuerzos de reestructuración de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos. Es la entidad más poderosa de la seguridad de Estado de Washington y tiene bajo su coordinación las 16 agencias de inteligencia de Estados Unidos. Su primer Director fue el conocido halcón John Negroponte, quien estuvo en el cargo hasta 2007, cuando fue nombrado Subsecretario de Estado de Washington. Bajo la dirección de Negroponte, la DNI creó una Misión Especial de Inteligencia para Venezuela y Cuba, con el objetivo de aumentar los recursos y el trabajo de inteligencia y espionaje contra los principales adversarios de Washington en América Latina. La Misión Especial de Inteligencia realiza un trabajo completamente clandestino, ya que sus acciones y su presupuesto son totalmente clasificados.





El actual Director Nacional de Inteligencia nombrado por el Presidente Obama es el Almirante Dennis Blair, antiguo Comandante en Jefe del Comando Pacífico del Pentágono.





La Dirección Nacional de Inteligencia y las nuevas tecnologías Consecuencia de esas reformas fue la creación del Centro de Fuentes Públicas (Open Source Center “OSC”) de la Dirección Nacional de Inteligencia. Fue establecido el 1ro de noviembre de 2005 con la tarea de mejorar el acceso a fuentes públicas para los funcionarios de inteligencia y otros altos funcionarios del gobierno estadounidense. OSC es un centro de inteligencia que se encarga de analizar materiales e información de fuentes públicas, incluyendo a la “literatura gris”, a través de sus oficinas en el mundo. La “literatura gris”, un concepto utilizado por la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, se refiere a un cuerpo de materiales que no se puede encontrar fácilmente a través de los canales convencionales.





La apertura del OSC fue recomendada en el informe de la Comisión del 11/9 en Estados Unidos debido a una “grave deficiencia” en el acceso a fuentes públicas. El OSC fue creado para buscar y analizar información de “internet, bases de datos, prensa, radio, televisión, video, data geo-espacial, fotos e imágenes comerciales”. Además de recolectar la información, el OSC también la analiza para la comunidad de inteligencia y las diferentes agencias del gobierno estadounidense. El OSC reemplazó el Servicio de Información de Transmisión Extranjera (FBIS) de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que funcionaba desde el año 1941 como la fuente principal de procesamiento de información pública, sostenía Eva Golinger.





Añadió que la tremenda debacle ocasionada por el implacable atentado del 11 de setiembre de año 2001 sobre el World Trade Center de Nueva York que derrumbó las famosas "Torres Gemelas" causando miles de muertos, desató en Estados Unidos una pública y encarnizada ola de reproches y denuncias contra el gobierno -muy especialmente- enfocando sus ataques sobre su Comunidad de Inteligencia, haciendo puntería sobre la eficacia y funcionamiento del organismo que lideraba a la misma desde su creación en 1947: la CIA (Agencia Central de Inteligencia), cuyo director era a la vez el Director de Inteligencia de toda la Comunidad integrada por 13 organismos distintos de Inteligencia.





A tal punto, decía alcanzaron los reproches que se impuso la necesidad de reformar y actualizar toda la actividad de Inteligencia de Estados Unidos y adoptar cuantas medidas fueran necesarias para lograr evitar una nueva sorpresa táctica y estratégica como la pasada, a manos del terrorismo islámico. La revisión de todo el sistema de Inteligencia norteamericano fue traumático. Hubo renuncias y cambios de personajes, apelaciones en el Congreso Nacional, se escucharon muchas opiniones, hasta que finalmente, luego de la detenida y reñida investigación llevada a cabo por una Comisión especial parlamentaria, arribó en el 2004 a las recomendaciones "9/11 Recommendation Implementation Act" y sobre todo a la "Nacional Security Intelligence Improvement Act of 2004" que reformaron muchas disposiciones y funciones y crearon nuevos organismos especializados en la Comunidad de Inteligencia.





Entre esas modificaciones y creaciones podemos señalar, entre las más importantes:





La creación del cargo y del organismo que pasaría a ejercer la supervisión y coordinación general de toda la Comunidad, incluso a la misma CIA. Dicho organismo, "madre" de toda la actividad, es ahora la Dirección Nacional de Inteligencia (NID: National Intelligence Director/Direction). Para apoyo de la misma se crearon también el Consejo Nacional de Inteligencia (NIC: Nacional Intelligence Council) y dos oficinas: una Tecnológica y otra de Contrainteligencia





Se creó el Centro Nacional de Contraterrorismo (NCTC:Nacional Counter Terrorism Center).



La Oficina de Protección de las Libertades Cívicas (CLPO: Civic Liberties Protection Office).



El Centro Nacional de Traducciones (NVTC: Nation virtual Translation Center).



El Departamento de Seguridad Interior (DHS: Department of Homeland Security).



El Servicio Nacional de Operaciones Clandestinas (NCS: Nacional Clandestine Service), y



El Centro de Fuentes Abiertas (OSC: Open Source Center).





Cabe destacar que los dos últimos organismos citados en esta importantísima lista: el NCS y el OSC, funcionan dentro del organigrama y dependencia de la CIA, y que el último de ellos -el OSC- constituye un organismo verdaderamente novedoso, con grandes proyecciones para un futuro auspicioso, tanto para la actividad de aquélla, como para el resto de la misma Comunidad de Inteligencia norteamericana.





El interrogante que surgió entonces fue ¿por qué si las fuentes son públicas, abiertas o de uso común, interviene la Inteligencia? Sencillamente porque la obtención de las informaciones u opiniones provenientes de fuentes abiertas debe ser objeto de un proceso bien organizado y eficaz, para buscar, ubicar, seleccionar y transmitir esas informaciones. Por eso los norteamericanos la denominan –como ya dijimos- OSINT, o sea Inteligencia de Fuentes Abiertas. Y que no sólo se obtiene ahora por medios humanos, sino que también se logra por medios de la SIGINT (Inteligencia de señales electromagnéticas) que graban y registran textos, diálogos e imágenes que luego pueden ser reproducidas y consultadas (sistemas de CD y DVD) y todas las variadas posibilidades que permite la Internet.





Pero otra cosa ocurre cuando se trata de la "explotación" de la Internet, debido a la cantidad de trabajos y opiniones que se cursan en el espacio electromagnético; a todo lo cual hay que sumar las correspondientes traducciones, que deben estar a cargo de personal con los debidos conocimientos científicos y técnicos para lograr un trabajo serio y confiable.





Con respecto a ciertos programas de radio y TV, existen hoy día equipos tecnológicos debidamente concebidos para reaccionar ante la aparición de una serie de palabras o términos "claves", que al registrar las mismas descargan inmediatamente la copia o registro del programa. Algo parecido a lo revelado hace ya unos cuantos años en oportunidad de hacerse públicas las actividades del programa UKUSA/ECHELON, aquellas operaciones en las cuales intervenían Estados Unidos y el Reino Unido para "espiar" todas las comunicaciones del tráfico electromagnético internacional.





Otro antecedente de este tipo de procedimientos, que estuvo a punto de entrar en servicio fue el proyecto o programa llamado TIA (Total Information Awareness) o simplemente Conocimiento Total de la Información, que debía ser dirigido por el Contralmirante (R) de la armada norteamericana John Poindexter, que levantó tantas quejas en oportunidad de su promoción, que finalmente nunca logró tener una existencia real, aunque los estudios de su puesta en práctica fueron serios. El TIA hubiera sido un banco de datos globales destinado a "filtrar" todo tipo de medio de comunicación social para detectar terroristas, pero fue tildado de "amenaza contra la privacidad" del pueblo norteamericano y por ello suspendido. La pregunta que surgió entonces fue: ¿Resurgirá ahora esa idea con otra sigla y empleo más amplio?”





Una nueva agencia se creó el 13 de octubre del 2005, se trata del NCS, Servicio de Operaciones Clandestinas.





Roberto M. Yepe Papastamatin en Rebelión expresaba: “Como parte de la denominada Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos, el Consejo Nacional de Inteligencia (NIC, por sus siglas en inglés) es el centro de pensamiento estratégico encargado de conducir la elaboración de valoraciones y pronósticos sobre asuntos internacionales para el Presidente y altos funcionarios del gobierno de ese país, abarcando tanto la producción de análisis breves sobre asuntos actuales, como la evaluación de tendencias a mediano y largo plazo. Obviamente, la mayor parte de su trabajo es clasificado, pero también produce informes públicos, como la serie de tendencias globales a largo plazo”.





Agregaba: “Se trata de uno de los proyectos más importantes y ambiciosos del NIC. Con la excepción de su primera edición, se prepara cada cuatro años entre la realización de las elecciones y la toma de posesión presidenciales. De manera sucesiva, cada una de estas ediciones involucró a una cantidad mayor y más diversa de expertos norteamericanos, proceso que se amplió aún más a partir del informe del año 2004, con la inclusión de especialistas de las distintas regiones del mundo. Así, estos informes reflejaron los respectivos resultados de procesos de intercambio, talleres y conferencias entre expertos gubernamentales, académicos, periodistas y representantes del sector privado, auspiciados por el NIC, con el objetivo de identificar las tendencias globales claves, los principales rasgos y escenarios futuros del sistema internacional durante un rango aproximado de 15 años, y sus implicaciones para la estrategia de seguridad global norteamericana”.





“Las características fundamentales de la OSINT son, entre otras, las siguientes:





La velocidad: los medios de comunicación social son muy sensibles y propensos a rivalizar entre sí para ofrecer "primicias" u opiniones novedosas que causan impacto en los públicos. Esa particularidad es aprovechada por los expertos en OSINT para explotar esa rivalidad y extraer informaciones fácilmente verificables y confirmadas por distintos medios entre ellos la misma prensa que emite dichos comentarios. Se agiliza así el proceso de la Inteligencia.





La Cantidad: Es asombrosa la cantidad de información que circula por las fuentes abiertas, lo que verdaderamente exige un sostenido esfuerzo para seguir el hilo de una información a través de dichos medios de comunicación social.





La Calidad: La naturaleza de las informaciones extraídas de la explotación de la OSINT señala muy a menudo una gran calidad cuando las noticias o comentarios provienen de profesionales destacados y conocidos por su trayectoria profesional, lo que se aprecia en la confiabilidad asignada a dichos autores.





El Empleo fácil: Salvo los eventuales problemas de traducción el empleo de la INTFA resulta fácil de comprobar la velocidad y rápida comparación de las informaciones obtenidas por las fuentes cubiertas.





El Bajo costo: Por regla general los organismos de OSINT resultan mucho más económicos que los organismos clandestinos o de fuentes cubiertas, así como los costosos mecanismos tecnológicos empleados por la SIGINT (Inteligencia de señales), IMINT (Inteligencia de Imágenes), TECHINT (Inteligencia Tecnológica) y todo otro tipo de Inteligencia que emplee medios como la ELINT (Inteligencia Electrónica), EOINT, (Inteligencia Electro-Óptica), IRINT (Inteligencia Infrarroja), OPINT (Inteligencia Óptica), RADINT (Inteligencia de Radar), TELINT (Inteligencia de Telemetría), etc.





En este último sentido, una estimación relativamente reciente refleja que la Inteligencia obtenida mediante fuentes cubiertas, técnica y científicas requerían el 60 % o más del presupuesto global asignado a la Comunidad de Inteligencia norteamericana, mientras que sólo el 10 ó el 15 % de ese presupuesto, es asignado a la OSINT, y lograba entre el 80 al 90 % de las informaciones e inteligencia verdaderamente útiles. Algo para pensar y sacar conclusiones a la hora de analizar las inversiones a realizaren un sector tan importante como la Inteligencia”.





Con el uso del poder bélico y el chantaje nuclear, con el accionar clandestino o encubierto de la comunidad de inteligencia, e inclusive con la contratación de mercenarios para privatizar las guerras o generar “guerras sucias”, Estados Unidos se ha convertido en un poderoso imperio del terror y en gendarme universal para proteger sus intereses geoestratégicos, económicos y políticos, para impulsar sus objetivos de dominación global o para atropellar independencias y soberanías de pueblos, naciones y Estados.





El imperio es poderoso, pero no es invencible porque nada ni nadie es capaz de derrotar a los pueblos cuando se levantan para defender a sus patrias, sus libertades y derechos.





NODO50


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