Por Jorge Capelán.
Desde la segunda quincena de abril ha habido un número indeterminado de muertos que aún se investiga. No son los 65 que desde un inicio han pregonado los organismos tóxicos de “derechos humanos” financiados por los Estados Unidos y la Unión Europea y tal vez ronden los 32 que en días recientes fueron mencionados por el dirigente sandinista Jacinto Suárez en una entrevista a la BBC.
Destrucción del centro histórico de León el 19 de abril:
Así amaneció la población de Catarina tras ataques perpetrados el domingo 6 de mayo:
Sólo se conoce con exactitud el número de dos policías muertos y 125 heridos. También hay un número indeterminado de sandinistas muertos, así como de transeúntes que nada tenían que ver con las protestas. En todo caso, aún siguen llegando informes de personas dadas por muertas en la guerra de propaganda que, o resultan gozar de buena salud, o bien se ha comprobado que fallecieron por causas que nada tienen que ver con la violencia.
Joven muere de ataque al corazón, pero lo suman a la lista de "muertos por la represión orteguista":
Una Comisión de la Verdad designada por la Asamblea Nacional se encuentra en estos momentos dilucidando lo que ocurrió durante los hechos de violencia. En todo caso, se trata de una cifra importante, que necesita un contexto.
NO ERA POR “LOS VIEJITOS”
No es cierto, como la propaganda occidental y un gran número de opinólogos de izquierda repiten, que las protestas hayan sido contra una reforma neoliberal de la ley de pensiones.
La reforma del Instituto de Seguridad Social INSS se hizo para cubrir un déficit de 80 millones de dólares de dicho organismo producto del saqueo realizado por los gobiernos liberales. Es cierto que la reforma (ya derogada) recortaba las jubilaciones en un 5% pero no se dice que salvaba las pensiones reducidas que reciben más de 40.000 ancianos sin el número mínimo de semanas cotizadas, que deja en 60 años (55 para los maestros y los mineros) la edad de jubilación y en 750 semanas el tiempo laboral cotizado. Tampoco se dice que se mantienen bajo el control de los asegurados todas las clínicas y hospitales nuevos, construidos durante la gestión sandinista, así como todas las clínicas previsionales que ese mismo gobierno ha desprivatizado.
El seguro social hoy en día en Nicaragua es totalmente diferente del que reinó entre 1990 y 2006, eso lo puede comprobar cualquier persona que visite el país. Opinólogos de izquierda que repiten la versión de la “revuelta antineoliberal”, o cometen un error fundamental al ignorar los datos duros existentes en este respecto o simplemente mienten de la manera más descarada.
En 2006, último año del neoliberalato, en Nicaragua había 420,326 asegurados. A fines de 2017 sumaban 913,797 – más del doble que antes. Por primera vez en la historia del país se impulsó un programa para incorporar al seguro social al sector “informal” de la economía popular y solidaria, que produce más de la mitad del PIB y genera el 70% del empleo. Hasta 2006 en Nicaragua había 74,717 pensionistas por invalidez, vejez y muerte. En 1016 eran 200,608 incluyendo a 42,000 ancianos que recibían la pensión reducida que quitaron los liberales, así como a miles de madres de héroes y mártires y excombatientes.
En Nicaragua hoy el seguro social cubre todas las enfermedades que se puedan tratar en el país e incluso otras, como el cáncer, en las que se hace necesario enviar a pacientes a otros países a un altísimo costo. Antes no: el seguro social no cubría prácticamente nada. Antes, los jubilados no recibían la misma atención médica que el resto de asegurados, hoy sí. Además de esto hay un sistema de salud pública totalmente gratuita que se encuentra a años luz de lo que eran las administraciones liberales. Hoy en día muchos hondureños y otros centroamericanos vienen a Nicaragua a recibir la atención médica que sus estados les niegan. Todo eso cuesta dinero.
Ninguna reforma neoliberal sube el aporte de la patronal (en este caso del 3.5% en un período de 3 años) más que el de los trabajadores (0.75%) y que el del Estado (1%). Ninguna reforma neoliberal quita los techos de ingresos cotizables. Antes, todo lo que ganaba un rico después de un cierto ingreso (de unos C$ 72,000 más o menos) no cotizaba, la reforma del gobierno sandinista planteaba quitarlo.
Ninguna reforma neoliberal sube el aporte de la patronal (en este caso del 3.5% en un período de 3 años) más que el de los trabajadores (0.75%) y que el del Estado (1%). Ninguna reforma neoliberal quita los techos de ingresos cotizables. Antes, todo lo que ganaba un rico después de un cierto ingreso (de unos C$ 72,000 más o menos) no cotizaba, la reforma del gobierno sandinista planteaba quitarlo.
Nada de eso lo supo el pueblo, como tampoco supo que el planteamiento de la patronal (COSEP) y del FMI era el de no tocar los ingresos de las empresas y de los ricos, diseñando un modelo de seguridad social a la medida de los que pudieran pagarlo. Eso significaría aumentar la edad de jubilación a los 65 años, duplicar el número de años cotizados a 30, eliminar la pensión reducida y las pensiones a las madres de héroes y mártires y excombatientes, reprivatizar todas las clínicas que habían sido recuperadas por el gobierno sandinista y un largo número de etcéteras. En última instancia, saquear un exitoso monopolio público rescatado y reconstruido por el Gobierno Sandinista.
Lo que necesitaba el INSS para salir adelante era una clase capitalista dispuesta a cumplir su parte del trato y pagar más. No lo hizo, y tras un año de negociaciones con el gobierno sobre el tema, pateó la mesa y asumió su papel de burguesía empleada de los intereses del gran capital financiero transnacional del cual también se ha enriquecido a lo largo de los años. La reforma pudo haber sido mejor, por ejemplo, no bajar las jubilaciones tanto como un 5%, y distinguir entre las MIPYMES (empresas en general de sectores populares) y las grandes empresas. Sin embargo, es indiscutible el carácter de clase de este conflicto, solo desinformados faltos de espíritu crítico o esquiroles empedernidos pueden ante una situación así hablar de la democracia, del sistema político o la concentración del poder en manos de la familia gobernante, que es el mantra preferido de los organismos de la propaganda occidental cuando quieren derrocar un gobierno que no les es afín.
¿Qué el Gobierno Sandinista no informó al pueblo sobre la reforma que inicialmente adoptó? Ciertamente, eso fue un error político muy grave. Los primeros días muchos estudiantes y gente del pueblo se sumó de buena fe a las protestas a causa de eso. También en algunos lugares hubo grupos que salieron a atacar a los manifestantes en un inicio pacíficos. Sin embargo, esos errores en nada excusa el que las protestas de inmediato hayan sido instrumentalizadas por los organizadores y por una serie de medios muy poderosos (es mentira lo que dice la derecha de que los sandinistas controlan el 80% de los medios). En cuestión de horas, ya no se volvió a tratar de una protesta sobre las pensiones, sino de “acabar con el tirano Ortega” – el mismo que hace apenas unos meses había sido electo por abrumadora mayoría.
VIOLENCIA FASCISTA
En pocas horas, se sucedieron una serie de hechos violentos en varias ciudades del país que sorprendieron por su virulencia y coordinación. El centro histórico de la ciudad de León y también el de Granada fueron incendiados, causando un grave daño a la economía del país. Locales del Frente Sandinista y alcaldías fueron atacadas e incendiadas. Las redes sociales se llenaron de una ola de material imposible de verificar y de medias verdades manipuladas.
En medio del caos se construyó la imagen distorsionada de fuerzas de la Juventud Sandinista y de la Policía reprimiendo sin piedad las protestas populares, y dejando de lado los reportes que hablaban de camionetas llenas de gente de otros lados transportada para “apoyar” las protestas.
Estas imágenes muestran como la alcaldía de Estelí fue atacada sin que nadie desde dentro de la misma hiciera el menor gesto de violencia, así como a trabajadores de la alcaldía desarmados siendo objeto de los ataques de los vándalos.
En días posteriores, los grupos violentos, aunque cada vez más aislados socialmente, han dado prueba de cómo su accionar se asemeja al de las guarimbas que conocemos de Venezuela.
Parando el tráfico y cobrando peaje al estilo de las pandillas delincuenciales.
Quema de buses el lunes 8 de mayo en Managua.
Una maestra sola defiende la bandera sandinista de su Centro de Desarrollo Infantil de una turba fascista en Catarina, Masaya:
Una estudiante universitaria le arrebata la bandera sandinista a unos vándalos que deciden lincharla:
Quema de la casa de campaña del FSLN en Catarina:
Atacan a manifestantes pacíficos en la Rotonda La Virgen, Managua:
Cobarde asesinato del periodista de Canal 6 en Bluefields Ángel Eduardo Gaona cuando estaba realizando su trabajo.
Dejan sin energía ni agua a toda la colonia Centroamérica de Managua al cortar un cable de energía durante sus protestas.
"Estudiantes" armados en la Universidad Politécnica de Nicaragua, UPOLI:
Vecinos del sector de la UPOLI, hartos de los abusos:
EL PUEBLO NO APOYA LA VIOLENCIA, EL SANDINISMO NO ESTÁ DEBAJO DE LA CAMA, AL CONTRARIO
La propaganda esconde el hecho de que el pueblo en su abrumadora mayoría apoya la paz y condena activamente los saqueos y otros actos violentos. El fin de semana del 28 y 29 de abril, en muchas comunidades pobladores y estructuras sandinistas se unieron para parar los saqueos.
El FSLN recuperó su presencia en las calles con una masiva movilización 30 de abril en Managua:
Ese día la capital se llenó de sandinistas que desde entonces han organizado marchas por la paz en todo el país.
LOS MEDIOS INSURRECTOS (DE LA DERECHA Y EL IMPERIO)
Tras los primeros brotes de violencia, al tradicionalmente vociferante diario La Prensa se unió la condena antigubernamental del canal 100% Noticias, una cadena de cable que hasta ese momento durante años había estado jugando a aparecer como imparcial a los ojos del público. La guerra sicológica de los grandes medios contra el sandinismo no es cosa nueva, pero a partir del 18-19 de abril de 2017 adquirió unos bríos desatados.
Laura Dogu, embajadora de Estados Unidos con Mario Mora, director de 100% Noticias y su principal reportera Lucía Pineda:
¿Desde cuándo la reportera estrella de Univisión se suma a unas protestas "proletarias"?
Desigual lucha contra dictadura mediática:
Inundaron las redes con noticias falsas:
LOS QUE QUIEREN INCENDIAR NICARAGUA
El presidente estadounidense Donald Trump le debe a la mafia anticubana de Miami que le aportó muchos votos en su carrera a la presidencia. Con un ex-jefe de la CIA a cargo del Departamento de Estado y con necesidad de un blanco que no le cueste mucho dinero, es perfectamente entendible que ahora quiera enfilar sus baterías contra el pueblo nicaragüense.
Congresistas Ileana Ros-Lehtinen, Carlos Curbelo, Mario Diaz Balart y el alcalde de Miami Francis Suarez en conferencia de prensa sobre Nicaragua. Dicen lo mismo que el los instigadores de la violencia del ultraderechista "Movimiento Renovador Sandinista".
La dirigente del MRS Margarita Vigil de visitó a Ileana Ros-Lehtinen el año pasado para que impulse con más fuerza la infame "Nica Act", una propuesta de ley para que los EEUU veten todo préstamo al país en los organismos multilaterales.
Mildred Largaespada, dirigente del MRS, enseñando a tirar piedras por Facebook
Cuadros juveniles del MRS al frente de protestas violentas:
El MRS tiene estrechos lazos con CINCO, el instituto de propaganda de Carlos Fernando Chamorro, consetudinario receptor de fondos de financiamiento político de la USAID y la NED:
La revuelta tiene el apoyo de los ricos más ricos del país, como Piero Cohen, el millonario más grande de Nicaragua y el séptimo más grande de Centroamérica. En un acto con los estudiantes el domingo 22 de abrildijo que la derogación de la reforma al Seguro Social no era suficiente y se declaró partidario de una huelga general para derrocar la gobierno.
Por otro lado, los líderes de las patronales COSEP/AMCHAM, aunque formalmente opuestos a la violencia, siguen la línea general del partido imperial buscando sacar la mayor tajada de una privatización de lo logrado por el Gobierno Sandinista que en 11 años le ha cambiado la cara a Nicaragua.
En esta foto, la dirigente del "Movimiento Renovador Sandinista" Dora María Téllez junto con el presidente del COSEP José Adán Aguerri y la representante de la "sociedad civil de diseño" Violeta Granera en plena conspiración.
La otra pata de la desestabilización, que no podía faltar, es la de la ultraderecha de la iglesia representada por monseñor Silvio Báez.
COMETEN UN GRAVE ERROR
Esta estrategia de la derecha y el imperialismo contra Nicaragua tiene dos graves problemas: El primero es que la inmensa mayoría del pueblo nicaragüense quiere la paz, por lo que tan rápído como surgieron, las protestas violentas han ido decayendo en afluencia, especialmente a medida que muestran su verdadero carácter destructivo.
El segundo problema es que la derecha carece de un plan creíble para la población. Hasta el momento, los insurrectos de la derecha solo han hablado de temas políticos, porque si realmente dijesen lo que pretenden hacer con el país nadie les apoyaría.
Una continuación de la violencia y de los negativos efectos de ésta sobre la frágil economía del país no necesariamente se traduciría en un apoyo popular a la derecha. Nicaragua es un país con un muy fuerte peso del sector campesino, familiar y asociativo en la economía. Produce el 90% de los alimentos que consume y cuenta con muchos recursos para poner en práctica aquella consigna que dice "Solo el Pueblo salva al Pueblo".
Pero para eso necesitará también de un movimiento de solidaridad que no caiga ingenuamente en los gastados trucos de la propaganda imperial.
TortillasConSal
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