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martes, 16 de junio de 2015

PCV: LA REVOLUCIÓN SANDINISTA PONE FRENO A LA REMILITARIZACIÓN DE CENTROAMÉRICA. Por: Carolus Wimmer

Con 34 años, el proceso socialista en Nicaragua permanece vigente y a la vanguardia de los cambios, en una región a la que el imperialismo pretende sin éxito convertir en señuelo para la recolonización de Nuestramérica

Por: Carolus Wimmer (*)

Tribuna Popular TP – ESPECIAL/ Tomado del Correo del Orinoco.- El pasado 19 de julio celebramos en Nuestra América 34 años de la Revolución Sandinista, una de las más grandes gestas heroicas escritas por un pueblo. Y es que sin lugar a dudas en 1979, las y los nicaragüenses organizados y alzados en armas, conscientes y firmes, guiados por la vanguardia política encabezada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), derrocaron la oprobiosa dictadura militar dinástica de los Somoza, que durante más de 42 años explotó y humilló al pueblo de Sandino con el apoyo permanente del imperialismo estadounidense.

En diciembre de 1978, la dirección nacional del FSLN emitió para Nicaragua y el mundo un comunicado titulado Contra la maniobra imperialista, la insurrección sandinista, en el que reseñaba que pese al hostigamiento de la criminal guardia somocista que continuaba asesinando, violando y torturando a inocentes en los barrios y asentamientos populares de Managua, Masaya, Granada y Carazo, principales centros poblados del país, avanzaba la defensiva de las milicias sandinistas, que no eran otra cosa que el pueblo en armas.
El Estado somocista condenó a las y los trabajadores a la tercerización y al subempleo, a los campesinos los dejó sin tierra para favorecer a los latifundistas y los obligó a vivir en pobreza extrema en los suburbios de las ciudades, aumentó escandalosamente la brecha entre ricos y pobres, todo ello bajo la infame conducción de una clase política corrupta y plegada a los intereses de la Casa Blanca.

Para mantenerse en el poder, la dictadura de los Somoza recurrió al asesinato político, la criminalización de la protesta y la militancia de izquierda, la persecución de la dirigencia sindical. El pueblo fue puesto en un callejón sin salida en el que luchaba o fenecía, y la historia es muy clara: los pueblos no se suicidan, así que bajo el legado anticolonialista, antiimperialista y anticapitalista de Augusto César Sandino, emprendió su Revolución.

La gesta del 19 de julio, consolidó el triunfo de varias generaciones de nicaragüenses. Fue una dura batalla que duró cuatro décadas, que dejó héroes y mártires, pero también instauró en Centroamérica, un bastión de resistencia antiimperialista sin el cual los procesos de cambio hacia el socialismo que vivimos en la actualidad no hubiesen podido iniciarse.

Mención especial merece la generación de jóvenes venezolanas y venezolanos de la década del 70 que se incorporaron a las brigadas internacionalistas en Nicaragua: unos sembrando con su sangre esta victoria sandinista que hoy celebramos, otros ayudando después del triunfo en la reconstrucción.

UN REVÉS PARA LOS GRINGOS

El triunfo de la Revolución Sandinista significó un revés para la política neoliberal que el imperialismo estadounidense planificaba para la región. Por tal motivo y de manera descarada, utilizó todos los medios posibles para derrotarla. A pocos días de la entrada triunfal de los representantes del Gobierno de Reconstrucción Nacional, liderado por el FSLN, a la capital Managua, el Centro Nacional de Comunicación Social levantó una cronología en la que los guerrilleros revolucionarios denunciaron ante la opinión pública internacional las maniobras de Estados Unidos para arrebatarle la victoria al movimiento popular organizado.

En la inolvidable gráfica de Pedro Meyer, una miliciana nica defendiendo su patria.
En la inolvidable gráfica de Pedro Meyer, una miliciana nica defendiendo su patria.
La presión fue tal que tras el reconocimiento del Gobierno revolucionario por varios países, entre ellos Irak, Irán, Siria, Guayana, y la realización en Caracas de la Conferencia de Solidaridad con Nicaragua durante tres días, Anastasio Somoza abandonó como un delincuente su nación al perder el respaldo de la embajada gringa en Managua.

La Revolución trajo alimentos, alfabetización, libros, salud, agua potable, tierras, dignidad a uno de los más pobres territorios de Centroamérica y permitió afianzar un eje progresista y socialista en el continente junto a Cuba. Pero la contrarrevolución siguió trabajando y logró parcialmente socavar las bases del proceso nicaragüense, que sufrió un duro golpe electoral en 1990. Aun así, como lo demostró la historia, el fin de la Revolución es impensable.

En 2007, tras 17 años de neoliberalismo, el FSLN retornó al poder, con el comandante Daniel Ortega como presidente constitucional y una nueva etapa de construcción socialista se inició con mayor fuerza y entusiasmo y con el acompañamiento de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y de gobiernos progresistas en Argentina, Bolivia, Ecuador, Brasil y Venezuela.

El actual Gobierno sandinista denominado de Reconciliación y Unidad Nacional sostiene la gratuidad de la educación, de la salud, los programas sociales; las casas para el pueblo, las becas para estudiantes de bajos recursos, el Programa Hambre Cero, Plan Techo, Usura Cero, Programa Amor, Programa de Alfabetización

Yo sí Puedo, Operación Milagro, Proyectos Eco Turísticos, entre otros, que solo han sido posibles gracias al apoyo inestimable del ALBA y de sus pueblos y gobiernos aliados.

EEUU VIENE, SIN ÉXITO, POR LA REVANCHA

La crisis capitalista ahorca al imperialismo estadounidense. EEUU requiere para sobrevivir recuperar su “zona de influencia” latinoamericana.

Necesita asegurarse recursos energéticos, petróleo y gas a bajo precio; minerales; reservas de agua dulce, biodiversidad; el talento y profesionalidad de nuestra juventud y la mano de obra esclava de nuestras trabajadoras y trabajadores en el sistema de maquila.

Para tratar de controlar otra vez lo que ellos llamaron su “patio trasero”, las mentes brillantes del Pentágono planifican una nueva ocupación militar en Centroamérica camuflajeada bajo una supuesta cooperación para la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada.

En 2011, Obama lanzó la Iniciativa Regional de Seguridad para América Central (Carsi, por sus siglas en inglés), señalada por muchos analistas como la versión para Centroamérica del Plan Colombia.

Costa Rica por ejemplo, cuenta con óptimas condiciones para el establecimiento de puertos transoceánicos. Desde el punto de vista de la inteligencia militar, se observa a priori toda una intencionalidad de concederle a México una suerte de “subhegemonía” para configurar de esta manera el eje Ciudad de México-San José.

Pero sus planes no marchan según lo esperado. El eje Caracas-Managua, que es uno de los legados políticos invaluables que dejó el comandante Hugo Chávez, se fortalece cada día. El ALBA actúa como bloque político y de consulta en el escenario internacional y ha obtenido notables victorias en el sistema interamericano regido por la Organización de Estados americanos, antes incondicional a Washington.

Pero no solo eso. El desarrollo de nuevas relaciones económicas en bloque ha permitido el nexo, antes impensable, de Nicaragua con la emergente República Popular China. Así, empresas del gigante asiático tienen prevista la construcción en Nicaragua de un canal interoceánico que servirá de ruta alternativa al canal de Panamá que ayudará no solo a la ampliación de mercados sino al manejo geoestratégico de Centroamérica. Sin duda, esta relación no contribuye a la cristalización de una nueva hegemonía estadounidense en Nuestramérica.


La gran obra política continental de Chávez en el ALBA también vive en la Revolución Sandinista.


UNA CELEBRACIÓN PARA LA PAZ

Mientras la oposición no democrática en Venezuela, critica que nuestro país celebre la gesta heroica de la Revolución Nicaragüense, cientos de movimientos sociales no solo en América Latina si no en el mundo se unen a esta fiesta popular.

El papel histórico del pueblo nicaragüense está vigente hoy, porque su lucha sigue siendo una antorcha encendida que ilumina a otros pueblos del mundo, que hoy viven bajo el yugo imperialista en todas sus formas, pueblos que ansían la conquista de la libertad, la justicia social y la plena independencia de las garras del capitalismo.

Especial importancia tiene para Venezuela ese medio siglo de rebelión permanente que lideró el FSLN contra la hegemonía capitalista e imperialista de EEUU en esa trascendental área geográfica. Esa victoria del 79, el posterior fracaso electoral y la reconquista del poder por la vía democrática, es una lección para nuestra joven pero madura Revolución Bolivariana que hoy en día, tal y como fue el anhelo del comandante Chávez, trabaja internacionalmente para consolidar una zona de paz en Nuestramérica.

En el plan de la patria está claramente señalado. Nuestro fin es evitar que el imperialismo siembre la semilla de la guerra, de la injerencia, en nuestros pueblos soberanos.

EEUU hace esfuerzos desde México hacia Centroamérica para hacer de América Latina el próximo Medio Oriente. Pero difícilmente lo conseguirá mientras nuestras revoluciones permanezcan hermanadas, junto a nuestros pueblos, denunciando y obstaculizando la avanzada militar y la reedición de un nuevo colonialismo en la región.

(*) Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y diputado del PARLATINO,  Grupo Venezuela.

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