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martes, 3 de diciembre de 2013

HONDURAS : Las elecciones del domingo 24 de noviembre


DC
PAP
PAC
Partido Liberal
LIBRE
UD-FAPER
PINU
Partido Nacional
0.17%
0.20%
20.25%
13.53%
28.84%
0.11%
0.15%
36.74%
5,271
6,148
613,877
410,145
874,224
3,270
4,610
1,113,882
Resultados oficiales del Tribunal Supremo Electoral a las 8.20pm del 30 de noviembre


Las elecciones nacionales en Honduras del domingo 24 de noviembre repiten su ahora acostumbrado patrón de caos en el sistema electoral y de fraude en el conteo. Las últimas tres elecciones han sido ejemplos de la pésima confiabilidad del sistema electoral en Honduras. Hay una irónica simetría en el hecho de que en 2005 fue Pepe Lobo del Partido Nacional quien rechazó los resultados que dieron la victoria a Mel Zelaya en aquel año. Ahora es Xiomara Castro, candidata del Partido LIBRE y esposa de Mel Zelaya quien rechaza los resultados en que ha salido victorioso el candidato del Partido Nacional.


Aparte del fraude en el conteo de los votos y la militarización del proceso electoral, abundan ejemplos de la inoperatividad e ineficiencia del sistema electoral desde el mercadeo de las credenciales entregados a los partidos pequeños, hasta las crónicas fallas en el padrón electoral. Casi todas las diferentes misiones extranjeras de observación electoral han notado estos tipos de problemas. Sin embargo, ni la Organización de los Estados Americanos, ni la Unión Europea, ni el Carter Center han cuestionado la validez de la victoria del candidato del Partido Nacional.
Es lógico que las misiones de observación electoral no cuestionen el resultado oficial porque se trata de una diferencia entre el Partido Nacional y LIBRE de mas de 239,000 votos. Esto representa más de 7% del total de los votos válidos. Hubo una participación de alrededor de 60% de un electorado total de alrededor de 5.3 millones de votantes.


Con respecto a las cifras concretas del conteo, los datos suministrados por Rixi Moncada, representante de LIBRE ante el Tribunal Supremo Electoral, no van a revertir la ventaja electoral del Partido Nacional sobre el Partido LIBRE. Aun con los reclamos de Salvador Nasralla, del Partido Anti-Corrupción, no se va a revertir la elección del candidato del Partido Nacional como Presidente. Es casi garantizado que  Juan Orlando Hernandez, candidato presidencial del Partido Nacional, asumirá la Presidencia de Honduras en enero 2014.
En cambio, es muy posible que una vigorosa campaña de rechazo del fraude de parte del Partido Liberal y del Partido Anti-Corrupción podría revertir los resultados en disputa por los escaños de los diputados en el Congreso Nacional. Entonces, es lógico para el Partido LIBRE y del PAC de mantener su campaña de rechazo de los resultados de la misma manera que Pepe Lobo y el Partido Nacional lo hizo en 2005. En ese sentido, estas elecciones de 2013 siguen el patrón establecido en la cultura política en Honduras desde hace mucho tiempo.


Lo que sí representa una revolución en la vida nacional del país es la quiebra del viejo sistema fallado bipartidario. El importante éxito del Partido Anti-Corrupicón de Salvador Nasralla también indica la consolidación de la  nueva etapa en la vida nacional de Honduras que inició con el golpe militar de 2009. Además, estas elecciones señalan el fin de los micro-partidos que juntos no recibieron ni 1% de la votación. El enorme logro del Partido LIBRE de consolidarse como una fuerza política a la par del Partido Nacional en estas elecciones representa la muerte anunciada del control de la oligarquía hondureña de la vida política de Honduras.

Con incontable dolor y sacrificio, el Frente Nacional de Resistencia Popular y el Partido LIBRE han cumplido el mismo papel revolucionario que el FSLN en Nicaragua y el Frente Farabundo Martí en El Salvador. En Honduras, LIBRE tiene alrededor de 30% de apoyo popular, quizás un poco más. Como en Nicaragua en 1996 y en México en 2006, las elecciones de 2013 en Honduras demuestran que, contra la voluntad y el optimismo popular, pesan más las realidades del poder político. Las protestas masivas programadas por LIBRE serán parte del proceso de asimilar el hecho de que, en 2013, sus proyecciones no correspondían a esas brutas realidades.

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