La Comisión Judicial encargada del desahucio ha interrumpido la acción y se ha retirado de la zona hasta nuevo aviso
La calle Naranjo ha estado cortada al tráfico toda la mañana.
"¡Sí se puede!" es el principal grito que se escucha en la calle Naranjo al conocerse que hoy no se producirá el desalojo de Anwar y su familia.
En los alrededores se han concentrado cerca de un millar de activistas convocados por la recién creada Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que luchan por evitar el desahucio de una familia en el barrio madrileño de Tetuán.
"Un policía municipal ha informado de un plazo de suspensión del desahucio", anuncia Francisco, de la Asamblea Tetuán. También asegura que después de ese plazo volverán a protestar para evitar que Anwar pierda su casa. "Aun así, es una pequeña victoria, ahora acudiremos a la sucursal bancaria para seguir intentando que las cosas cambien".
Desde el principio de la mañana cientos de personas se han instalado en los alrededores de la casa de Anuar. El desalojo oficial estaba programado para las 10:30 de la mañana, pero fue pospuesto durante toda la mañana debido a la afluencia de gente, hasta que finalmente ha sido aplazado.
Lo que parecía una concentración momentánea, se convirtió en una sentada ante la casa de Anuar en la que ya se organizó un sistema para disponer de agua para hacer frente al calor y un turno de palabra frente a un megáfono donde se oían frases como "Este desahucio lo vamos a parar".
Para intentar paralizar este desahucio, PAH hizo un llamamiento a la ciudadanía y a las organizaciones sociales para sumarse a la propuesta con carácter pacífico. Finalmente, el acto, el primero que se convoca de estas características en Madrid, cuenta con el apoyo del colectivo Democracia Real Ya, varios grupos del Movimiento 15-M y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid.
Entre los activistas que han acudido a la propuesta está Cayo Lara, coordinador general de IU, que acudió a título personal. Al verle, los medios allí presentes trataron de conseguir sus declaraciones, mientras que varios 'indignados' le insultaron y pidieron a la policía que se lo llevaran al grito de "No nos representa".
Después del aviso de la policía sobre el aplazamiento del desahucio, los activistas acudieron a la oficina del BBVA donde Anwar solicitó la hipoteca, para pedir que se perdone la deuda una vez el piso haya sido entregado.
El caso de Anwar
Anwar no contaba con el suficiente respaldo económico como para poder optar a un crédito, y aun así, se le concedió. Poco después de comprar una vivienda de unos 55 metros cuadrados en el distrito de Tetuán perdió su trabajo. Para el día de hoy estaba previsto su desahucio por impago continuado al llevar dos años en paro. Anwar y su mujer Tatiana, junto a su hija, menor de edad, corren el riesgo de quedarse en la calle y con una deuda de por vida.
La plataforma exige a la Administración que defienda en primer lugar los intereses de los ciudadanos y no de las entidades financieras. Para ello, reclama al Estado que cumpla la Constitución Española y la Declaración Universal de los Derechos Humanos haciendo todo lo posible para impedir los desalojos forzados por motivos económicos.
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