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jueves, 24 de marzo de 2011

"El General sí tiene quién le escriba".Por María Jesús Centeno Tercero



"Hablad en las plazas, en las

universidades, en todas partes,

de ese general de América,

que se llamó Augusto César Sandino

Usadlo contra el panamericanismo

del silencio y que resuenen nuevas voces

de juventudes alertas en las atalayas,

pues la lucha de Sandino continúa."

Miguel Ángel Asturias, Nobel de Literatura 1967'

Estelí, 23 de Marzo de 2011

Augusto C. Sandino

General de Hombres y Mujeres Libres

Sus Manos

Estimado General, espero que al recibir esta carta se encuentre muy contento y satisfecho de ver florecida la flor de la Esperanza que plantó durante se encontraba entre nosotros/as.

Permítame presentarme, soy María Jesús Centeno Tercero, nací y creí en la bella y heroica ciudad de Estelí, lugar que estoy segura conoció durante sus recorridos por “Las Segovias” en 1926, aunque me imagino, pasó muchas veces por estos lados, intento imaginarme como era mi ciudad en ese entonces, supongo que más que ciudad era un valle, con calles de tierra, casas diferentes, montañoso, pero con gente amable y trabajadora, cuyas ropas que lucían en ese entonces eran “cotonas de manta y calzón de dril”, a como dice la canción, ¡ay que tiempos debieron ser aquellos!, y más que investigar por mi cuenta como fue todo, prefiero preguntarle a usted General, porque estoy segura leerá mi carta desde donde se encuentre.

Quiero agradecerle el haber dado hasta su vida por la Libertad de nuestra nación, sé de sus luchas, de todos los riesgos que corrió y del coraje que lo caracterizó al defender Nuestra Soberanía, su decisión firme e inquebrantable que interiorizó y mantuvo siempre clara, de no permitir la Invasión Estadounidense en nuestras tierras pinoleras, de no permitir que decidieran por nosotros, de querer ver siempre libre y próspera nuestra Nicaragua Nicaragüita.

Estoy más que segura que a usted al igual que a sus compañeros de lucha siempre les salió el Güegüense que llevaban dentro, al burlar a todos los marinos que pensaban ser más poderosos por el tipo de armas que portaban, pues cuenta su biografía que ustedes en algún momento tuvieron que usar hasta machetes, herramientas de trabajo del campesino nicaragüense, pero convertidas en eficaces armas blancas, y que después de llamarles "bandidos o bandoleros" a sus hombres, empezaron a llamarlos “guerrilleros” y no era para menos, cuando se encontraron con hombres íntegros y defensores de su patria como lo fueron ustedes.

Pero todo eso ya lo sabe ¿verdad?, entonces a través de esta carta quiero contarle un poco como está su Nicaragua, la bella dama a quien le entregó su amor para siempre, porque hasta su esposa Blanca Aráuz, siempre supo que nunca existió amor más grande que el que usted sentía por su Patria, ¡Qué gran mujer ella también! ¡Valiente y decidida, la Flor más linda de San Rafael!

Pues su tierra mi querido General hoy sigue renaciendo de todo el dolor que le ha tocado vivir, esta mujer llamada Nicaragua, ha sido ultrajada, robada, humillada, desprotegida, violada sus derechos, agotada de sus recursos; muchos de sus hijos han tenido que dejarla y han tenido que contemplar los colores de otra bandera para poder trabajar y traer el pan a sus familias, pues el problema de la migración sigue latente, otros hijos van por la vida con indiferencia, sin importarles como se va a lograr salir adelante, otros se han quedado, han creído en Nicaragua y le han apostado de manera Esperanzada a qué vale la pena invertir en el terruño que nos vio nacer, unos hijos se la pasan preocupados (como los discípulos cuando se preguntaban quien va a estar a la derecha del Padre) y muchos más hijos somos felices de querer ir a la izquierda, a esa izquierda que usted también perteneció.

Vivimos 16 años pasivos, (y llenos de pasivos) porque los activos fueron a parar a bancos en Suiza como por “arte de magia”, dinero con el cual, muchos de sus hermanos hubiesen salido adelante, dinero con el cual, muchas familias hubiesen podido mandar a sus hijos a la escuela, dinero con el cual, se hubiesen construido casas para miles de personas que hoy andan por ahí tomándose terrenos que no les pertenecen para poder tener un lugar donde recostar su cabeza, dinero que hubiese servido para apoyar al sector campesino en sus cosechas, cuyo trabajo, sostiene el alimento de todas las familias nicaragüenses, dinero que hubiese servido para proporcionar más fuentes de trabajo, y así no tuviesen que salir cada año miles de nicaragüenses en busca del pan de cada día.

¿Pero, conoce el dicho “que no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista”? , le cuento que estos últimos años que estamos viviendo han sido de victorias y luchas ganadas, de reivindicaciones de derechos, me imagino lo feliz que está General, porque sé, que desde donde está, puede regocijarse al ver la sonrisa del más humilde cuando le es entregado un título de propiedad, esa sonrisa de un niño cuando puede pisar la puerta de una escuela sabiendo que no tiene que pagar nada por ese derecho a la Educación, la sonrisa de ese anciano que ahora puede ver, porque fue operado de su vista por médicos-amigos Cubanos-Solidarios, y la sonrisa que más amo, que más disfruto y con la que más me deleito, es la persona adulta que sonríe por haber puesto su nombre por primera vez, ya no se diga, los nicaragüenses gozando de ver a grandes del deporte representándonos en otros países porque se les respalda a como se merecen…Son muchos los logros!

¿Sabe cómo quiero comparar a su bella Nicaragua? Como una madre, sufrida, y por eso descuidó su maquillaje, su vestuario eran harapos, sus manos llagadas, sus cabellos quemados por el sol, y su mirada, esa mirada triste, melancólica, hasta llorosa.

Pero que un día se levantó y recordó al General que murió por ella, a sus demás hijos que lucharon por ella, y decidió sacar el dolor, pintarse las mejías con acuarela de colores varios, vestirse con un traje de manta con bordados y encajes hechos de hilos de sol y trocitos de luna, y en sus manos ha puesto crema hecha de margaritas, y ahora son suaves y olorosas, y se ha peinado, se ha hecho dos bellas trenzas, y en cada una ha puesto una flor de Sacuanjoche, y su mirada, es ahora una mirada feliz, porque tiene la Fe Esperanzada que cuando se hayan creado más oportunidades de trabajo ya no tendrán que salir más sus hijos y se ha puesto bella, porque quiere que sus otros hijos, los que están lejos, la encuentren bella, radiante, feliz y próspera, al regresar. ¡Que bonito va a ser ese día!

Quiero contarle también que muchos de los lugares por donde pasó son ahora ciudades importantes, en búsqueda de una prosperidad y bienestar para todos/as, aún no conozco su tierra natal Niquinohomo, he pasado solo de cerca, pero nunca he entrado, me imagino que también es un lugar diferente ahora, me hubiese gustado que aún viviera entre nosotros/as, para que disfrutara también de tanto colorido y resplandor de nuestro sol.

No quiero mentirle diciendo que todo es color de rosa, hay mucho sufrimiento aún, familias separadas, miles de niñas/os en las calles, campesinos desesperados con deudas y sin cosechar lo suficiente, personas viviendo en extrema pobreza, sin los servicios básicos, y lo más fuerte aún, personas que viven en lugares recónditos que por la lejanía les cuesta tener acceso a la Salud, derecho importantísimo que necesitamos como seres humanos. Se ha avanzado y mucho, pero también hay mucho trabajo por hacer, hay muchos compromisos por asumir, hay muchos derechos por respetar, hay muchos ideales suyos por alcanzar, y mucha Soberanía por Defender, principalmente de la “marina estadounidense” hoy llamada Injerencismo.

Hoy necesitamos más hombres valientes como usted, que no tengan tapujos al decir que: “Cinco liberales y cinco Conservadores suman Diez Bandidos”. O al proclamar: “No me vendo, ni me rindo. Yo quiero patria libre o morir”

Y hoy quiero hacer mías las palabras del intelectual Francés Henri Barbusse cuando a mediados de 1928 le llamó “General de hombres Libres” hoy le agrego que es usted “el General, el gran General de Hombres y Mujeres Libres”.

Me despido expresando que estoy muy contenta de haberle escrito estas palabras y con la Fe que llegará hasta usted esta carta, pues sé que de eso se encargará cada hombre y mujer que tenga el gusto de leerla.

Con admiración y Respeto!

Por María Jesús Centeno Tercero - Joven Escritora Esteliana.

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